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Un juego que lleva a la ruina

Un varón de unos 40 años que acumula deudas próximas a los 30.000 euros dibuja el perfil tipo de los usuarios que se acogen al programa para tratar la adicción a las apuestas y juegos de azar que la Fundación Aepa ofrece en Alzira Este año ya ha atendido a 25 usuarios de la Ribera Alta

El trabajador social José Bustos y los psicólogos Sonia Prieto y Javier Milla, en la sala de terapias de la fundación, en la calle Josep Dolz. pascual fandos

Se ve como una forma de ganar dinero rápido, pero puede arruinar una vida. La adicción al juego es un problema emergente que afecta también a menores ante la facilidad para realizar apuestas «on line» y la proliferación de establecimientos con todo tipo de juegos de azar. Lo confirman los técnicos de la Fundación para el Análisis, Estudio y Prevención de las Adicciones (AEPA), que desde julio de 2018 cuenta en Alzira con un programa de intervención en juego patológico subvencionado por la Conselleria de Sanitat. Si bien las características de los usuarios son heterogéneas, las que más se repiten dibujan como perfil tipo el de un varón, de aproximadamente 40 años y con un empleo estable, que ha acumulado una deuda cercana a los 30.000 euros, detalla el psicólogo de la unidad, Javier Milla. Los casos de mujeres son más reducidos aunque, en ocasiones, mucho más graves cuando se destapan ya que, según expone, la mujer se siente más juzgada por la sociedad y vive esas adicciones a escondidas.

«La punta del iceberg»

El trabajador social de la fundación en Alzira, José Bustos, incide em que, en materia de adicciones, el problema del juego es «el que más emerge» y alerta de los cambios que han introducido las diferentes plataformas por las que se puede acceder a él. «El juego siempre ha estado ahí, pero antes tenías que ir a un bingo o a una casa de apuestas, tenías que ir a buscar al lobo, pero el lobo se te ha metido en casa», señala Bustos, en alusión a que desde cualquier dispositivo con conexión a internet se pueden realizar hoy en día apuestas «on line». «El problema está en auge desde que por el año 2012 cambia la legislación y se liberalizan las apuestas deportivas y el juego 'on line' en España, se está fraguando de forma insidiosa y progresiva, hay mucha gente joven que está empezando a jugar sin conocer los riesgos que implica. No ven en el juego algo tan problemático como las drogas, se ve más inofensivo, pero puede arruinar una vida tanto a nivel económico como familiar o incluso provocar que ser pierda el empleo», subraya Milla.

Falsa ilusión de control

La psicóloga Sonia Prieto, que también forma parte del equipo de la fundación que atiende la sede de Alzira, señala que el juego está enmarcado en la categoría de las adicciones «porque tiene el mismo mecanismo neuronal que el consumo de sustancias psicoactivas» y presenta «un sesgo cognitivo que te hace pensar que lo que has perdido lo vas a recuperar y por eso sigues jugando». Prieto alude a un término acuñado por algunos compañeros como «el club de los 15.000», un nivel de endeudamiento a partir del cual muchos adictos deciden pedir ayuda. «Uno va pidiendo microcréditos porque piensa que lo va a recuperar y va aumentando la carga económica. Cuando vienen a pedir ayuda llorando no pueden articular palabra, tienen esa deuda que han estado un año o año y medio intentando recuperar y no lo consiguen. Entonces se asustan y toman conciencia del problema», expone.

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