Cullera congelará los impuestos y tasas municipales por quinto año consecutivo. El alcalde de la ciudad, Jordi Mayor, presentó ayer a los grupos políticos el proyecto de presupuestos municipales del próximo año elaborado por el equipo de gobierno, unas cuentas que se someterán a votación en el pleno convocado para el próximo martes. «Por quinto año consecutivo, vamos a congelar los impuestos y las tasas municipales, reduciremos la deuda a niveles históricos y volveremos a incrementar la inversión social», resumió Mayor, mientras recordaba que Cullera «estaba en el mapa del desastre económico» y hoy es «un ejemplo de cómo rescatar un ayuntamiento que nos dejaron en la ruina».

El munícipe señaló que el ejecutivo municipal va a seguir aplicando «la fórmula» que, a su juicio, «ha servido para pasar de una época de caos absoluto y desastre a un nuevo período en el que Cullera es un ayuntamiento referente de buena gestión económica y que pone en el centro de sus prioridades a las personas».

Las cuentas elaboradas por el ejecutivo local ascienden a 31,6 millones de euros, lo que representa un incremento de 800.000 euros respecto del ejercicio actual, lo que el concejal de Hacienda, Juan Vicente Armengot, atribuyó a una «mayor eficiencia en la recaudación sin que ello signifique una subida de impuestos».

Aumento del gasto social

La apuesta política del nuevo equipo de gobierno incrementa nuevamente el gasto social y consolida las conquistas sociales de los últimos años como la bolsa social de empleo, las becas de transporte o a los estudiantes Erasmus, las ayudas a la natalidad, las ayudas de emergencia para personas en riesgo de exclusión o la inversión en formación y empleo, entre muchas otras.

Por otra parte, Cullera destinará el próximo ejercicio 2,1 millones de euros al pago de la deuda, el principal problema que arrastra el ayuntamiento desde hace años. No obstante, las perspectivas son buenas.

Armengot detalló que la previsión es que a finales del año que viene la deuda se sitúe en 16,7 millones, lo que representará una bajada sustancial si se tiene en cuenta que este parámetro llegó a los 40 millones con los anteriores gobiernos conservadores. Aquella circunstancia supuso la intervención del consistorio por parte del Ministerio de Hacienda, que impuso un duro plan de ajuste -en vigor hasta 2032- que impide, entre otras cosas, bajar o bonificar tasas e impuestos.