La Mancomunitat de Municipis de la Ribera Baixa ha reconocido a través de un escrito dirigido al alcalde de Almussafes, Toni González, que entre 2005 y 2018 «no ha requerido formalmente ni iniciado ningún expediente que pudiera determinar la recaudación de las cantidades adeudas» por el Ayuntamiento de Cullera, que ascienden a 397.787,28 euros.
El Ayuntamiento de Almussafes considera que «esta dejación de funciones por parte de los diferentes gestores del ente comarcal ha supuesto que la citada deuda, contraída por el Ayuntamiento de Cullera entre 2005 y 2011, haya prescrito, según el informe del departamento de Tesorería del Ayuntamiento de Cullera recibido por la Mancomunitat el pasado 28 de noviembre».
De hecho, el propio ente comarcal expone en su escrito que, en enero de 2018 y «después de verificar la inexistencia de actuaciones» para el cobro de la deuda, inicia las gestiones para recuperar los casi 400.000 euros, unas gestiones que se han dado de bruces con la prescripción de la deuda.
«La incapacidad para cobrar esa deuda ya está repercutiendo en el día a día de la Mancomunitat. En este sentido, por ejemplo, Sueca pagará alrededor de 60.000 euros más de cuota en 2020, ya que pasará de pagar 135.000 euros en 2019 a 196.000 euros en 2020», afirma Toni González.
Ante la imposibilidad de cobrar la abultada deuda que el Ayuntamiento de Cullera dejara en 2011, el alcalde de Almussafes señala que se están estudiando «todas las medidas legales posibles para intentar recuperar de alguna manera esa cantidad, así como para que quienes han actuado de manera tan irresponsable asuman sus responsabilidades, tanto políticas como de cualquier tipo. Pensamos que los ciudadanos de la Ribera Baixa, con cuyos impuestos, no lo olvidemos, se financia la Mancomunitat, no deben pagar por la ineptitud de sus políticos», incide González.
La salida de Cullera del ente
Al mismo tiempo, el munícipe señala que al tener «serias dudas» sobre la legalidad de diversas actuaciones, solicitó a la Mancomunitat de la Ribera Baixa toda la información referida a los trámites seguidos para la salida de Cullera de la Mancomunitat. «Cuál ha sido nuestra sorpresa cuando esta misma semana la Mancomunitat nos ha contestado textualmente que 'según se desprende del expediente obrante hay razones evidentes para pensar que la separación de Cullera de la Mancomunitat no se ajustó al procedimiento estatutariamente previsto'», señala González en base al escrito enviado por el ente comarcal al Ayuntamiento de Almussafes. «A pesar de tal cantidad de irregularidades, la Mancomunitat no ha sido capaz de hacer absolutamente nada hasta que desde el Ayuntamiento de Almussafes nos hemos preocupado del tema. Es una situación escandalosa», concluye.
En la actualidad, sigue pendiente de resolución el recurso interpuesto por el Ayuntamiento de Sollana, quien considera que la Mancomunitat no está constituida legalmente al no haberse seguido los procedimientos previstos. En caso de prosperar dicho recurso, el pleno de constitución de la Mancomunitat, celebrado en agosto, no tendría validez, dejando a la Mancomunitat en una situación muy delicada.
