La población de cabra montés sigue en aumento en las montañas de Sumacàrcer y su aproximación al núcleo urbano ya no se limita a los meses más secos -cuando suelen acercarse al río en busca de agua-, a juzgar por la estampa que se pudo contemplar el domingo en el entorno de la ermita y del Barranc de la Verge, donde se dejaron ver dos rebaños que sumaban alrededor de 25 ejemplares de diferentes edades, entre ellos algunos machos. La presencia de las cabras sorprendió a numerosos conductores que circulaban por la carretera de Sumacàrcer a Navarrés, que detenían sus vehículos para contemplar la escena y sólo sus voces alteraban el tranquilo paseo de los animales para convertirlo en una huidiza carrera.

Aunque no es habitual la presencia de grupos tan numerosos de cabras tan cerca del pueblo, algunos vecinos señalan que no es la primera vez, si bien tenían que remontarse más de diez años en el tiempo para recordar situaciones similares.

El aumento de la población de cabra montés en estas montañas -hace un año ya se detectaron colonias en Villanueva de Castellón, al otro lado por tanto de la autovía- ha propiciado que, especialmente en verano, los animales se dejen ver con cierta regularidad por el núcleo urbano de Sumacàrcer, supuestamente en su itinerario hacia el río en busca de agua. Algunos vecinos que el domingo contemplaban estos rebaños de cabras apuntaban como posible causa de su presencia que, tras la limpieza de todo el entorno de la ermita, con las últimas lluvias han empezado a aparecer hierbas y brotes tiernos que estos animales aprovechan para alimentarse. Por otra parte, señalaban que la tranquilidad propia de una jornada festiva es otro factor que puede favorecer este acercamiento al pueblo. Algunas cabras no dudaban en cruzar la carretera y saltar incluso los quitamiedos, lo que representa un riesgo de accidente en un tramo de carretera señalizado por la presencia de esta fauna.