El Inter a Cullera de rugby se impuso por un ajustadísimo marcador de 26 a 27 en el encuentro que disputó ante el Universitat d'Alacant en tierras alicantinas. De ese modo, los ribereños cierran el año con un triunfo y avanzan un puesto en la clasificación de la Primera Territorial. Son cuartos tras arrebatarle la plaza al filial de Les Abelles.
Los de Cullera se presentaron al partido con diez bajas. La delantera se vio especialmente afectada. Ante esta merma de efectivos, el dúo técnico formado por Chornet y Beltrán tuvo que poner sobre el campo una alineación improvisada, con una delantera con muy poco peso, formada especialmente por jugadores de línea de tres cuartos, algunos de los cuales jugaron con molestias. Los locales tomaron ventaja desde el inicio. Tras colocar un marcador favorable de 12 a 0, Bryan logró un enseayo que Valiente transformó para reducir la distancia hasta el 12 a 7. No obstante, un ensayo local elevó su cuenta particular hasta los diecinueve puntos. Con una gran jugada de equipo, Héctor Chornet dejó el marcador en un 19 a 12 antes de llegar al descanso.
La falta de efectivos lastró a los cullerenses también en la segunda mitad. Aunque los alicantinos se encuentran en la parte baja, aprovecharon los problemas del Inter, especialmente en las melés, donde más se notaba la gran diferencia de peso. Tras avanzarse nuevamente en el marcador y situar el 26 a 17, el Inter hizo gala de trabajo y esfuerzo. Los jugadores cullerenses pasaron a desarrollar su juego por las alas, con buenos movimientos de balón, e intentaron así hacer daño a su rival
Juagada de estrategia
Un ensayo de Enrique Nicola, con transformación incluida, dejaba un ajustado marcador de 26 a 24. Todavía quedaba tiempo suficiente para que ocurriese cualquier cosa. A falta de ocho minutos para la conclusión del encuentro, los de la Ribera dieron la vuelta al marcador gracias a una jugada de estrategia. Decidieron lanzar a palos un golpe de castigo en vez de jugarlo a la mano. Valiente culminaba, de ese modo, la remontada. El partido sirvió para dejar patente la capaz de esfuerzo y la valentía de unos jugadores que no dieron nunca el encuentro por perdido y que se adaptaron a posiciones poco habituales para lograr una trabajada victoria.
