Coincidiendo con el día de los inocentes, Carcaixent recuperó el sábado la Festa dels Folls, una iniciativa del Grup de Balls Tradicionals les Folies que rescata una tradición que se mantuvo en la ciudad hasta los años treinta del pasado siglo con una doble vertiente civil-popular y religiosa. Más de 150 personas participaron en las diferentes escenas que conforman una cabalgata presidida por el buen humor -el origen se sitúa en el inicio del ciclo de carnaval-, lo que superó incluso las expectativas de los organizadores, que pretenden dar continuidad a esta celebración el próximo año. «Ya tenemos el compromiso del ayuntamiento y de mucha más gente que quiere participar», comentó ayer Xavier Rausell, uno de los fundadores de Les Folies, mientras señalaba que este año contaban con la participación de falleros de la Plaça Major.

La denominada Festa dels Folls o dels Bojos es una tradición muy arraigada en diferentes localidades europeas y también de la Comunitat Valenciana que recoge rituales que, en algunos casos, se remontan a la Edad Media, si bien en el caso de Carcaixent cristaliza en época barroca, previsiblemente a finales el siglo XVIII. El cronista Francisco Fogués documentó la celebración de esta fiesta en Carcaixent a principios del siglo XX en su estudio sobre la Navidad, en la que figuran diversas partituras de los aguinaldos, así como otros elementos distintivos de la de la fiesta.

El grupo Les Folies, con la colaboración del Ayuntamiento de Carcaixent, han realizado un intenso trabajo documental para reproducir los bailes y la indumentaria de la época, y recuperar esta tradición adaptándola a los tiempos actuales. Los participantes en la cabalgata se distribuyeron en grupos. Según detalla Rausell, el primero representaba el misterio de la huída a Egipto de San José, la Virgen y el niño, perseguidos por los romanos. «Es la vertiente religiosa, la parte más formal», explicó, mientras señalaba que en otras localidades en las que se mantiene la tradición «lo normal es que se conserve s0lo la parte religiosa o la civil, pero aqui se conservaban las dos».

Una segunda escena la representaban la Colla de l'Aguinaldo o el Ball del Rei. En este caso, protagonizada por los integrantes de Les Folies que ofrecían al público rollitos y castañas entre baile y baile. Un tercer grupo también constituido por soldados romanos era la Colla dels Folls, «els enfarinats», que buscan a los niños, los inocentes, para matarlos y llevan la cara tapada. Cierra la cabalgata el rey «Pàixaro», el rey de los solteros que actúa «de juez y parte», una representación sarcástica de la autoridad, que impone cordura en medio de la locura.