La reapertura del comedor social, un servicio municipal que garantiza la alimentación durante las fiestas de Navidad de los menores de familias sin recursos, ha permitido al Ayuntamiento de Cullera constatar una reducción del número de familias del municipio en riesgo de exclusión social en comparación con los años de la crisis.

Ahora son 19 menores los que se benefician del servicio. Desde que está en marcha, hace cinco años, se ha detectado una reducción de la pobreza del municipio. No obstante, todavía existen personas que necesitan otros programas de ayuda más específicos relacionados con la integración o la exclusión social.

La concejala de Servicios Sociales, Francesca Ortiz, que ayer visitó el comedor, cuyo servicio se completa con la prestación de actividades lúdicas y educativas, considera que las medidas sociales implantadas durante los últimos años y la mejoría en la situación económica «han provocado una reducción del número de familias en riesgo de exclusión».

El comedor sirve para garantizar que los menores de familias que aprovechan estas fechas para acceder a un trabajo temporal en la hostelería puedan estar vigilados y alimentados, detalla Ortiz. Esta prestación se pone en marcha durante todos los periodos de vacaciones escolares de forma que se garantiza la alimentación todo el año. Los beneficiarios realizan actividades de ocio por la mañana y después se les facilita la comida. El día 2 de enero podrán practicar patinaje sobre hielo.