Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Ayuntamiento y arzobispado guardan ahora silencio

El gobierno local criticó su actitud y todavía espera una disculpa pública por parte de Luis Hernando Ramírez

En Catadau gobierna en estos momentos una coalición progresista. Sus integrantes ya están acostumbrados, por el juego de contrapesos de la política, a recibir mensajes semenjates a los promulgados por el cura de la localidad, pero no precisamente del titular de la parroquia del pueblo. Su reiteración es lo que ha provocado el rechazo frontal del ejecutivo hacia su discurso, que tildaron de «desafortunado» por los «insultos lanzados desde el púlpito de la iglesia».

Pese a todo, la posición del gobierno local ha pasado de la crítica, avanzada ayer por este periódico, al silencio para evitar la confrontación con la Iglesia, con la que nunca han tenido problemas, ni con el párroco, ya que hasta la fecha ningún sacerdote había protagonizado una situación semejante. Los integrantes del ejecutivo local quieren relajar la tensión creada. Eso sí, ninguno de ellos participará en actos que estén presididos por Luis Hernando Ramírez Calderón, cura actual de Catadau.

El gobierno local entiende que el cura tiene todo el derecho del mundo a tener su ideología, aunque matiza que desde el púlpito debe respetar a aquellas personas que no piensan como él y centrarse en transmitir la palabra de Dios. Tras expresar públicamente su descontento, ahora prefieren no alargar la polémica y esperan que se produzca una disculpa pública y un cambio de actitud del sacerdote para evitar enfrentamientos innecesarios.

También optó por guardar silencio el Arzobispado de València. Tras ser preguntado por este diario, los portavoces oficiales de la entidad católica respondieron con un lacónico: «No vamos a hacer declaraciones al respecto», que no aclara si la institución eclesiástica respalda la actitud de su sacerdote o si la censura.

Compartir el artículo

stats