La izquierda no es el único objetivo de las alocuciones del cura párroco de Catadaucura párroco de Catadau. Luis Hernando Ramírez Calderón también dedicó unas palabras a los clavarios de Santa Bárbara y las festeras, que se sintieron ofendidos por su escrito. En una carta, firmada por el propio párroco, reprochaba la «mala conducta» de los jóvenes en el templo y lo hacía en los siguientes términos: «Un turista, un ateo o un moro hubiesen tenido más respeto que vosotros».

La misiva se envió el pasado 15 de septiembre a un representante del colectivo de clavarios pero se hacía extensible también al de las festeras. Tras asegurar que redactaba esas líneas pasado un tiempo de reflexión «para no escribir impulsado por el malestar del momento o por el disgusto y la desagradable sorpresa que nos habéis dado a mí y a algunos fieles», reprochó a los jóvenes que no acudiesen con más asiduidad a la iglesia. «La parroquia y yo, como párroco, nos alegramos cuando los niños o jóvenes vienen al templo parroquial, más aun sabiendo que sólo lo hacéis dos veces al año y solamente el año que os corresponde ser clavarios, cosa ya de por sí rara, pues si sois cristianos lo normal sería que frecuentarais el templo, que es el lugar donde se desarrollan y crecen los cristianos», afeó Ramírez a los jóvenes de Catadau.

A continuación, el párroco situaba a los clavarios por debajo, en su escala particular de valores, de visitantes, personas no creyentes y musulmanes: «Pero más que la sorpresa positiva de veros en el templo fue la sorpresa por vuestra mala educación y por vuestro comportamiento irreverente y maleducado en un lugar que es dedicado al silencio, a la oración y al culto. Creo que un turista, un ateo o un moro hubiesen tenido más respeto que el que habéis manifestado vosotros».

El párroco de Catadau enumera algunos de los comportamientos que le molestaron: «Comer dentro del templo, hacer selfies, hablar por teléfono, hablar dando gritos o con expresiones vulgares». A su juicio, los jóvenes acudieron a la iglesia «queriendo hacerse de notar» con actitudes «más propias de personas inseguras y torpes que de varones cristianos, caballeros y respetuosos». En todo caso, los implicados niegan que realizasen acciones ofensivas y que el único molesto es el cura, ya que ningún feligrés se ha expresado en sus mismos términos.

En el escrito, el sacerdote también defendía la protección de los lugares sagrados y los sentimientos religiosos al mismo tiempo que instaba a los clavarios a cambiar la tradición: «Si vuestro comportamiento es similar al actuado en las fiestas patronales, yo preferiría que miráramos otra manera de entregar o recibir la imagen de los santos, a quienes decís honrar, por ejemplo, en la puerta del templo», manifestó.

Atento al «VOXto»

Las expresiones y amonestaciones del cura de Catadau han centrado las críticas de una parte de la población, incluido el gobierno local. Porque también ha lanzado diatribas políticas en las que arremetía contra la izquierda.

Sin ir más lejos, compartió a través de un grupo de WhatsApp que incluye a feligreses y catequistas el siguiente mensaje antes de las elecciones: «En esta jornada de reflexión, no quiero influir en Voxtro Voxto, solo decirox que Voxteis lo que os dicte Voxtra conciencia y lo que creáis que es mejor para Voxotros».