La burbuja inmobiliaria se llevó por delante los grandes proyectos urbanísticos. Ahora la mentalidad de los municipios es otra. Ya no se busca ganar terreno agrícola y forestal para construir grandes promociones de viviendas sino que se aboga por proteger el paisaje. Ese es el objetivo del nuevo plan urbano de Corbera. El consistorio busca, además, que la ciudadanía se involucre y aporte propuestas.
«Era una asignatura pendiente que los sucesivos gobiernos hemos tenido», explicó ayer el edil de Urbanismo, Jordi Vicedo. «Desde los años noventa funcionamos con normas subsidiarias porque abordar un plan general cuesta mucho dinero, siempre se ha intentado obtener ayuda externa y finalmente la hemos conseguido de la Diputació», aclaró.
Según la documentación publicada por el ayuntamiento, la revisión territorial que ahora se plantea «no va a comportar un cambio radical en el modelo territorial consolidado, ni tampoco se prevén nuevos crecimientos residenciales». De hecho, el municipio todavía cuenta con suelo urbanístico para desarrollar. Por tanto, el suelo rústico y los espacios verdes son los que protagonizarán las principales novedades, ya que son los que ocupan mayor extensión dentro del término municipal e, históricamente, ha suscitado numerosos conflictos «con motivo de las edificaciones y usos contrarios al planeamiento, que se han ido consolidando en el tiempo, a pesar de la intensa actividad de control de la legalidad urbanística que ha llevado a cabo el ayuntamiento». En otras palabras, busca subsanar las irregularidades relacionadas con viviendas diseminadas: «Es una cuestión que tenemos que ordenar. La falta de normativa ha provocado situaciones en las que parecía que todo valía y se ha construido sin ninguna planificación. Tenemos que delimitar qué zonas son suelo rústico o cuáles pueden ser protegidas de valor agrícola, etc.», detalló Vicedo.
«En todo caso, la revisión va a servir para definir la infraestructura verde a escala municipal y para implantar en el término municipal de Corbera criterios de ordenación racional y sostenible del territorio, de integración y protección del paisaje, de gestión racional e integral de los recursos hídricos, de accesibilidad universal y de movilidad sostenible, así como fijar las reservas de suelo necesarias para facilitar la construcción y ampliación de infraestructuras», añade el proyecto.
Catálogo de protección
Por el momento, se ha elaborado un documento consultivo previo que el ayuntamiento ha publicado en su página web para que la ciudadanía acceda a toda la información sobre el plan urbanístico. Asimismo, ha invitado a vecinos, asociaciones y todo tipo de entidades a lanzar sus propuestas y sugerencias para tenerlas en cuenta de cara al desarrollo del plan general propiamente dicho.
Cabe señalar que éste incorporará el catálogo de protección que el consistorio elaboró en los pasados meses y que incluye la delimitación del Núcleo Histórico Tradicional, los ámbitos de protección de los BIC del castillo y la ermita de Sant Miquel, la catalogación de los Bienes de Relevancia Local, los yacimientos arqueológicos y otros elementos arquitectónicos y culturales. También en esta cuestión se hizo partícipe a la población con una consulta.
