El gobierno alcireño aprobará la próxima semana un presupuesto municipal de 40.272.382 euros, que supera en 1,4 millones al del ejercicio anterior tras crecer un 3,76 %. Esta subida no lleva aparejada un aumento de impuestos, que continuarán congelados. La mayoría de los ingresos procederán de los pagos que efectúen los contribuyentes. Por este concepto se espera cobrar casi 19 millones de euros. Y en cuanto a las inversiones, el alcalde, Diego Gómez, anunció ayer que mantendrá «la apuesta por las políticas inclusivas y las políticas activas de ocupación».

Todos los impuestos directos permanecerán inalterables: el IBI, el IBI rústico, el de vehículos y el de Actividades Economicas (IAE) se han congelado. «Este equipo de gobierno está manteniendo los servicios públicos del ayuntamiento sin aumentar la carga impositiva a la ciudadanía, lo que supone un esfuerzo presupuestario», remarcó la primera autoridad municipal, que también aseguró que el ejecutivo ha elaborado «un presupuesto hecho con prudencia en las previsiones, solvente y con un ajuste más esmerado de los ingresos y los gastos».

Un millón menos de deuda

El concejal de Hacienda, Albert Furió, destacó la reducción de la deuda pública, que será de casi un millón de euros, y quedará al acabar 2020 en 4.478.313 euros y solo tres operaciones de crédito. Estas cantidades suponen una reducción de la deuda del 75% desde el 2015.

Los gastos de las partidas dedicadas a servicios sociales se incrementan casi 200.000 euros y los programas para el fomento de la ocupación, aumentan medio millón hasta situarse en un total de 1.765.000 euros. El presupuesto también aumenta para mejorar la oferta de Cultura, Juventud, Medio Ambiente, Deportes, Sanidad y Educación.

Los 1.200.000 euros de inversiones son para proyectos ya empezados como el Polideportivo Fontana Mogort, el Casal Jove y el nuevo edificio de la Policía Local, aunque la cuantía de cada obra dependerá de las ayudas que puedan venir de la Generalitat, la Diputación o del gobierno central.