El Ayuntamiento de Alzira ha retirado alrededor de 1.200 carpas doradas de las dos balsas que se encuentran junto al monasterio de la Murta. Se trata de una especie exótica y que amenaza la subssistencia de ejemplares como los sapos autóctonos.

Según informó ayer el consistorio, los técnicos municipales de medio ambiente detectaron el pasado verano que se había incrementado de manera considerable la población de carpas doradas ( Carassius auratus) en las balsas situadas en los alrededores al cenobio del paraje natural. Por ese motivo, solictiaron al Consell la asistencia de las brigadas de vida silvestre.

Tras retirar los sapos comunes ( Bufo spinosus) de las balsas, utilizaron la técnica de pesca eléctrica para retirar la especie exótica del ecosistema de la Murta. Ya que para eliminar las carpas es necesario el vaciado de los estanques, el consistorio decidió realizar esta acción en invierno, antes del apareamiento y la puesta de huevos de los sapos y así no interrumpur su ciclo vital. Además, se evitaba restar recursos hídricos en épocas de mayor riesgo de incendios forestales. Cabe señalar, asimismo, que la carpa dorada es una especie de origen asiático que desplaza las poblaciones del sapo autóctono porque se alimenta de sus huevos.

Por ese motivo, el concejal de Medio Ambiente, Pep Carreres, lanzó un mensaje de alerta a la población: «Es muy importante concienciar a los visitantes del paraje. Un gesto que puede parecer tan inocente como dejar estos peces en la balsa puede derivar en un verdadero problema para especies autóctonas. Aproximadente, cada dos años tenemos que repetir esta operación».