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Sin rastro de crispación en el debate sobre la forma Castelló

El proceso de cambio de topónimo que el ayuntamiento impulsó el noviembre pasado al elevar la primera consulta a la AVL con la denominación Castelló se caracteriza, a diferencia del anterior intento que a mediados de los noventa dividió a los vecinos en dos bloques enfrentados, por la tranquilidad con que se ha abordado el proceso. De hecho, el pleno que el jueves aprobó de forma inicial la nueva denominación a la espera de la tramitación del expediente apenas generó expectación y si bien la propuesta inicial no ha conseguido el consenso político, el debate en el pleno ha sido sosegado. La portavoz del PP, Vicen Caerols, llegó a asumir en el pleno la forma Castelló mientras no se le añadan «coletillas, apellidos ni historias», mientras el alcalde incidió en que si la propuesta no prospera en las consultas que falta por elevar, se volvería abrir el debate para consensuar «entre todos» el nuevo nombre.

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