El cauce del Xúquer se desbordó ayer en Alberic en la confluencia con el río Albaida, que según las estimaciones de los alcaldes de la zona bajaba incluso más crecido que en las inundaciones de septiembre que ya recibió el calificativo de histórica, y en Carcaixent; obligó a cortar la autovía A-7 en los dos sentidos al quedar a media mañana totalmente anegada y llegó a las puertas del núcleo urbano de Alberic, mientras que mantuvo en vilo durante todo el día a los vecinos de Alzira ante la posibilidad de que inundara algunas zonas urbanas.

Éstas son algunas de las situaciones más críticas que dejó en la Ribera la segunda jornada bajo los efectos de la borrasca Gloria tras una noche de intensas precipitaciones que sumó a la amenaza del río la de los barrancos. De hecho, el barranco de Barxeta se desbordó en Rafelguaraf, Carcaixent y Alzira. Fueron los primeros puntos críticos de una jornada que pronto situó todas las miradas sobre Alberic.

Las intensas precipitaciones en la cuenca alta del Albaida y la suelta continuada de aguas en un desembalse controlado en la presa de Bellús provocaron una importante crecida de este afluente que, al confluir con el Xúquer entre los términos de Villanueva de Castellón y Alberic, propició su desbordamiento, que acabó anegando tanto un amplia zona rural como la autovía A-7. «Esto no lo había vivido como alcalde ni nunca en mi vida», expuso con sorpresa el munícipe de Alberic, Toño Carratalá, al ver como el agua cubría toda la autovía que, según su estimación, permaneció completamente cortada alrededor de una hora. El alcalde de Vva. de Castellón, Òscar Noguera, no dudó en señalar que, a falta de caudalímetros que confirmaran la impresión, el Albaida llevaba ayer más agua que en la crecida de septiembre, que se recordará por la gran cantidad de cañas que cubría todo el cauce.

La amenaza que representaba el Xúquer desbordado provocó que el Ayuntamiento de Alberic emitiera un bando en el que recomendaba a las personas mayores o con movilidad reducida que abandonaran las viviendas del entorno del lavadero, la parte más baja del municipio, si bien finalmente el agua se quedó «al límite» de entrar en el casco urbano. «Ha llegado hasta una calle, pero no ha entrado en los domicilios», apuntó el alcalde, mientras señalaba que, por la tarde, permanecían cortadas la carretera que comunica Alberic con Carcaixent y la de Alzira, a la altura de Benimuslem. Alzira, por su parte, volvió a vivir una jornada en vilo, pendiente del Xúquer y de los barrancos ante las intensas precipitaciones registradas en las montañas ya que, en ambos casos, amenazaban con colapsar la red de colectores y provocar la inundación de los barrios situados en zonas más bajas.

El alcalde, Diego Gómez, alertó a mediodía de la posibilidad real de que el río se «paseara» por algunas calles -recomendó en un bando a los residentes que subieran a las plantas más altas electromésticos y enseres domésticos- ya que se estimaba que hasta la medianoche se podía alcanzar la punta de la crecida. Un aumento sustancial del caudal del Xúquer provoca que sus aguas aneguen la red de alcantarillado y afloren por los imbornales situados en las zonas más bajas como el barrio de Les Basses. En uno de los puntos de control que tiene el ayuntamiento el agua se quedó a mediodía a 30 centímetros de anegar la calle. Por otro lado, el sistema de desagüe de Les Basses al barranco de la Casella se regula a través de una compuerta que el ayuntamiento se vio obligado a cerrar debido al nivel de las aguas en este torrente, que tropezaba en su tramo final con un Barxeta desbordado y un Júcar hinchado que no facilitada su evacuación. Afortunadamente, el cese de las lluvias a mediodía evitó problemas mayores en el barrio. El ayuntamiento aprovechó las compuertas para, en momentos puntuales, dar salida al agua acumulada en el colector procedente del Xúquer en una jornada, en palabras del alcalde, de «tensa espera».

El alcalde del Perelló, Juan Botella, alertó de los cuantiosos daños que el temporal deja en la zona marítima, instalaciones deportivas e invernaderos agrícolas y anunció que el ayuntamiento se dispone a inspeccionar las zonas afectadas para comprobar la seguridad.