El aforo de Huerto Mulet, un punto de medición del caudal del Xúquer ubicado en el término de Algemesí, marcó a la una de la madrugada del miércoles 22 una punta de 442 metros cúbicos por segundo, la mayor crecida en un mes de enero en al menos los últimos 50 años, aunque los datos que maneja la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) revelan que en la confluencia del Xúquer con el Albaida en Alberic, donde el río se desbordó y anegó temporalmente la autovía A-7, la punta de la crecida fue incluso superior. Casi el doble.
El dato sobre el que se cimienta esta estimación lo aporta el aforo que la CHJ tiene en el río Albaida a su paso por Villanueva de Castellón, que a las ocho de la mañana del martes 21 -unas horas antes del desbordamiento que se produjo en Alberic- marcaba un caudal en este afluente del Xúquer de más de 700 m3/s. A ese ingente volumen habría que añadir el que ya circulaba por el cauce principal, que acababa de recibir las aportaciones de un río Sellent que también bajaba crecido -la punta había superado a primera hora de la mañana los 150 m3/s-, por lo que los técnicos de la CHJ no descartan que el nivel máximo en el momento del desbordamiento se aproximara a los 800 m3/sg.
Estos datos se barajaron, según ha podido saber Levante-EMV, durante la visita que el Comisario de Aguas de la CHJ, Miguel Polo, realizó el jueves a Alberic, en la que recorrió junto al alcalde, Toño Carratalá, la zona afectada por la inundación. Un caudal próximo a los 800 m3/s multiplica prácticamente por 50 el volumen de agua medio que puede llevar el río en este punto, en torno a 17 m3/s, si bien durante muchos momentos del año el caudal suele ser inferior. Fuentes de la CHJ explicaron que la labor de regulación de la presa de Bellús, que estuvo desaguando en el Albaida al no poder funcionar a pleno rendimiento -se construyó con capacidad para 69,16 hectómetros cúbicos, aunque no suele superar los 29 para evitar problemas en la línea del ferrocarril Xàtiva-Alcoi- había impedido, no obstante, que se juntaran las puntas de crecida del Albaida y el Sellent.
Efecto laminación
Por otra parte, explicaron que la enorme diferencia entre la punta recogida por el aforo de Huerto Mulet, aguas abajo del Xúquer, y la estimación realizada en la confluencia del Albaida se justifica en que, cuando el río se desborda, las aguas se reparten y tardan mucho más tiempo en regresar al cauce. Cabe recordar que, además de en Alberic, el río también se desbordó en Carcaixent, mientras que los vecinos de Alzira vivieron una nueva jornada en vilo hasta que, en la medianoche del miércoles, se informó de que el Júcar se había estabilizado y que el riesgo de que inundara las zonas más bajas del núcleo urbano a través de la red de colectores, por donde entra el agua en ese tipo de crecidas, se desvanecía.
«Ampliación del cauce»
El portavoz de la plataforma Xúquer Viu, Paco Sanz, denunció ayer que el plan contra avenidas diseñado para proteger la Ribera está «completamente paralizado y abandonado» desde que la mesa de participación convocada cuando Juan José Moragues estaba al frente de la Confederación Hidrográfica celebrara su última reunión, allá por el año 2011. Sanz cuestionó que se puedan acometer algunas de las actuaciones que contemplaba ese documento, como la construcción de las presas de laminación en el Cànyoles, el Sellent y el Magro -comentó que la legislación ambiental no favorece actuaciones de «obra dura»- y, como alternativa, reivindicó la necesidad de ampliar el cauce del río en el punto de conflicto que representa la confluencia con el Albaida.
«El cauce está hundido en forma de 'U' y desborda enseguida, se le ha ido robando espacio al río y se debería recuperar, lo más urgente es ampliar el cauce y plantar bosque de Ribera porque así podría absorber mucha más agua», indicó.
