A raíz del temporal Gloria y todos los daños que ha provocado en el municipio de Cullera, el ayuntamiento ha decidido pedir al Gobierno de España la declaración de zona catastrófica. Por ese motivo, el pleno ha aprobado por unanimidad instar al ejecutivo de Sánchez a que declare esta solicitud para articular lo más rápido posible todas las ayudas, que deberán ser cuantiosas para remendar unos desperfectos millonarios, a falta de la valoración oficial.

Esta declaración implica que el Gobierno ofrezca ayudas para indemnizar los daños públicos y privados, regenerar las playas y rehabilitar infraestructuras. En función de los daños se valorarán las actuaciones concretas para las zonas afectadas.

Distintas áreas municipales han elaborado informes para recopilar datos que permitan que el Gobierno haga efectiva esta declaración. «Es el peor temporal que se recuerda en décadas», sostiene el consistorio. Una vez pasado el temporal, la prioridad es volver a la normalidad cuanto antes.

Durante la semana del temporal Gloria, los servicios municipales han intensificado sus trabajos para actuar con rapidez y diligencia en todas las zonas afectadas. Se ha limpiado la suciedad de las calles y de todas las playas, se han recogido 25.000 kilogramos de pez muerto (13.000 durante la primera jornada y otros 12.000 durante una segunda), se han retirado todos los materiales e infraestructuras que la fuerza del mar arrastró, y se ha condicionado cada rincón que sufrió los efectos del temporal. En estas actuaciones han trabajado más de 60 operarios y maquinaria de toda clase.

Viento, agua y granizo

No es de extrañar que el consistorio lo califique como el peor temporal en décadas ya que su paso por la localidad fue impactante. El Xúquer llegó a desbordarse en la desembocadura, por l'Escollera, como consecuencia del temporal marítimo. Se registraron inundaciones e, incluso, se evacuó una parte del vencidario del Brosquil. A las arremetidas del oleaje y las fuertes rachas de viento se sumaron unas precipitaciones considerables y, para rematar, granizo. Un fenómeno meteorológico como no se recordaba haber visto.