La Ribera vibró ayer con el paso de la Volta Ciclista a la Comunitat Valenciana. Los competidores de la prueba recorrieron varias poblaciones de la comarca durante la segunda etapa, que tuvo Torrent como punto de partida y dirigió a la serpiente multicolor hasta la meta, situada en Cullera.

Los ciclistas partieron desde Torrent y se adentraron en el interior de la provincia. Su primera toma de contacto se produjo en Turís, donde decenas de personas tomaron las avenidas Bautista Soler, Corts Valencianes y Blasco Ibañez para recibir al pelotón. Tras varios kilómetros por zona montañosa, regresaron a la Ribera, concretamente a través de Sumacàrcer. Tras un primer vistazo al Xúquer, los ciclistas circularon por Càrcer y Villanueva de Castellón para dirigirse hacia Carcaixent, en cuya Plaça Major se ubicó una meta volante. La siguiente parada fue Alzira, cuyos aficionados a las dos ruedas se encongraron, especialmente, en la Rotonda de les Fulles, a través de la cual los ciclistas se dirigieron hacia la Ribera Baixa. La primera parada fue Polinyà de Xúquer, para acto seguido tomar la dirección hacia Corbera y, a continuación, a Favara, previo paso por Llaurí. Tras recorrer el peligroso tramo de la N-332, el pelotón recorrió los últimos kilómetros con la vista puesta en Cullera. La localidad turística se volcó de lleno con la Volta y preparó un gran recibimiento para los corredores, que encararon, tras pasar por el Pont de la Bega la subida al radar meteorológico (La Bola), donde se encontraba la línea de meta. Un gran número de aficionados dio ánimos hasta el final a un Alejandro Valverde que acabó en segundo lugar.