La bautizada como «peor campaña de la historia del caqui» en la Ribera deja al regreso de Fruit Logístic, la principal feria mundial del comercio de fruta fresca celebrada en Berlín la semana pasada, una segunda sensación: que el caqui sigue siendo un gran desconocido para el consumidor. De entre los 3.200 expositores presentes en esta cita internacional el caqui apenas asomaba en unos pocos, entre ellos el Consejo Regulador de la Denominación de Origen «Kaki Ribera del Xúquer» y la Asociación Española del Caqui, que agrupa al comercio, además de «stands» de Israel, Japón, Italia y Marruecos.
Con este escenario de fondo, la sectorial del caqui de AVA, reunida ayer para analizar la situación y las movilizaciones convocadas para el próximo viernes, reivindicó la necesidad de organizar el sector en una interprofesional al considerar que esta fórmula permitiría multiplicar los fondos para promocionar el caqui y, a la vez, ayudaría a regular la campaña con el objetivo de garantizar precios dignos al productor. «Falta mucha promoción y ésta no puede ir sólo a cargo de la DO, que no puede hacer más», comentó tras la sectorial el vicepresidente de AVA Bernardo Ferrer, mientras señalaba que a través de una interprofesional se puede aplicar lo que en el argot se denomina extensión de la norma, que obligaría en todo el territorio nacional a contribuir a esa promoción.
«O se realiza una apuesta fuerte por la promoción, o el consumidor de Europa e incluso el de España seguirá sin conocer el caqui», indicó. Ferrer lamentó que siendo la Comunitat Valenciana y, en particular, la Ribera, pionera en un cultivo singular como el caqui, que es temporal, y cuando el 87 % de la producción europea se localiza en estas tierras y el 90 % de los operadores que comercializan esta fruta son valencianos, «por no tener una estrategia común no somos capaces de dominar una producción de 400.000 toneladas» cuando, indicó, no representa un volumen tan grande para no poder hacerlo.
Desde esa perspectiva, AVA reivindicó una vez más la necesidad de constituir una interprofesional. La promoción permitiría llegar a más público y abrir nuevos mercados, especialmente necesarios por las consecuencias del veto ruso que, según apuntó el dirigente de la organizado agraria, ha castigado a este sector «más que a ninguno».
Precios que no cubren costes
La campaña del caqui deja atrás precios que ni siquiera permitían cubrir costes -algunos agricultores apenas han percibido diez céntimos po kilo-, agravados por la gran cantidad de fruta que se desestimaba en el campo como rechazo y se arrojaba al suelo. La plaga del cotonet ha contribuido a aumentar el volumen de fruta que se despreciaba al no tener salida comercial.
La sectorial de AVA valoró la situación provocada por la prohibición de cara a la próxima campaña por parte de la Unión Europea de los tratamientos que hasta ahora se habían mostrado más efectivos contra el cotonet y emplazó a la Conselleria de Agricultura a multiplicar los esfuerzos para extender un depredador natural del cotonet que se ha utilizado con éxito en otras zonas. Bernardo Ferrer comentó que la conselleria está trabajando en desarrollar un parasitoide que desintegra del cotonet de forma natural -fauna auxiliar para la lucha biológica- y, si bien indicó que los trabajos se encuentran bastante adelantados, AVA emplazó a la Administración a «multiplicar esos esfuerzos por diez» para ofrecer una alternativa al agricultor.
La sectorial también sirvió por retirar la apuesta por las agrupaciones de productores que han empezado a constituirse para concentrar la oferta, siguiendo el ejemplo de Alcàsser, y que en el caso de la Ribera se han formalizado en Carcaixent, Alberic y Alzira.
