La alcaldesa de Riola, Judith Capellino, alertó ayer del riesgo que supone que los términos municipales de poblaciones emimentemente agrícolas como la suya se conviertan en una sucesión de «campos abandonados», algo que, lamentó, ya está pasando por la crisis de precios que se arrastra desde hace años. La primera edil considera «necesario que se tomen medidas urgentes para recuperar el campo, que antes era el motor económico de la comarca».

Capellino, que partició el pasado viernes en la multitudinaria manifestación agrícola que colapsó la ciudad de València, ve imprescindible que el Gobierno tome medidas efectivas para que los precios de las cosechas «sean justos para que permitan vivir del campo y exigir también que los salarios sean dignos».

La primera autoridad de Riola llamó a los ayuntamientos a «apostar por recuperar nuestro campo, exigir que mejoren las condiciones de los agricultores y de toda la gente que trabaja para impedir que nuestros términos se convierta en campos abandonados» y se transforme el paisaje.