Llombai podría contar en los próximos años con una macroplanta fotovoltaica. De hecho, hay varias empresas interesadas en la compra de terrenos para el futuro proyecto y ya estudian sobre el terreno la mejor ubicación para su construcción, según confirmaron ayer fuentes municipales.

Los vecinos de la localidad, especialmente aquellos con propiedades rústicas que serían susceptibles de albergar las instalaciones, viven estos días con incertidumbre. Representantes de varias empresas han visitado ya Llombai y se han reunido con agricultores para conocer su predisposición a vender o alquilar sus tierras para la construcción de una planta fotovoltaica.

Dicha instalación sería un complemento para la subestación eléctrica que se ubica en Catadau. «Hay que tener en cuenta que tiene una capacidad de evacuación de energía muy importante, por lo que se da la circunstancia de que a su alrededor se pueda instalar una planta fotovoltaica que le aporte más energía a la red», explicó el alcalde de la localidad, José Forés.

La máxima autoridad municipal también detalló los factores que hacen de Llombai el enclave idóneo para albergar dicha infraestructura: «Hay varios aspectos a tener en cuenta. El primero de ellos es que tenemos un término muy soleado, en la mayor parte siempre da el sol. El otro factor tiene que ver con la orografía, somos un pueblo bastante llano por lo que es otra condición buena para la instalación de placas solares. Por último, pero no menos importante, es que las empresas que buscan construir la planta tienen que hacerlo muy cerca de la subestación de Catadau. Si se construyese a más de quince kilómetros, sería menos rentable».

Por el momento, no se conocen más detalles. Aunque todo hace indicar que la construcción de una planta de grandes dimensiones se llevará a cabo en los próximos años, existen otras posibilidades. Una de ellas podría ser, incluso, que no acabase en el municipio, pero eso parece poco probable. «Ya hay personas que se han comprometido con alguna de las empresas a alquilar su terreno y estoy bastante convencido de que el proyecto saldrá adelante», aseguró Forés, que prosiguió: «Lo que no podemos saber es cómo. Hay que tener en cuenta que se pretende utilizar una superficie cercana a las 3.000 hanegadas, lo que es aproximadamente la mitad del terreno cultivable de Llombai. Para ello, se tiene que poner de acuerdo a, como mínimo, unas 150 personas, ya que como toda la comarca somos tierra de minifundio. Además, son varias las empresas que están interesadas en el proyecto, por lo que tampoco se podría descartar que en vez de una gran planta fotovoltaica se construyesen varias de tamaño más reducido».

Curiosamente, sería la segunda instalación similar llevada a cabo en Llombai, ya que los regantes de la Nevera construirán un campo fotovoltaico para abastecerse, aun