El XXVI Congreso Europea España arrancó ayer en la escuela agraria La Malvesía en un contexto de movilizaciones generalizadas contra la crisis agrícola. El mejor resumen del pesimismo que ambientó los debates lo dio el presidente de la Cooperativa de Desarrollo Rural Clot d'en Simó, Ramón Mampel: «No se le está dando valor a aquellos que mantienen vivo el mundo rural», lamentó. Sesenta profesores, técnicos, organismos, entidades y centros de formación profesional de todo el país se dieron cita en Llombai para debatir y compartir experiencias sobre la Formación Profesional como motor del desarrollo agrario.
El alcalde, José Forés, consideró necesario potenciar las «iniciativas vinculadas a la enseñanza y el sector agrario porque representan valores fundamentales para nuestro territorio». Por su parte, Fede Llorca, presidente de Europea España, apuntó: «Queremos que las administraciones pongan en valor los títulos de FP que se imparten en los centros especializados».
Mampel, cooperativista y también expresidente de la Unió de Llauradors, destacó que los políticos «dicen que la agricultura y la ganadería son un sector estratégico para la economía española y, sin embargo, las medidas que se están tomando no lo indican. Están empecinados en cuidar el territorio, cuando a quien se debe prestar mayor atención es a las personas. Hay una visión equivocada. Lo indican las manifestaciones que se están celebrando en todo el país», deploró.
Miguel Guasp, coordinador de proyectos Erasmus de la Malvesía, enfatizó: «Los alumnos se aburren en las aulas. Quieren ser parte del proceso de formación y para eso tenemos que ofrecerles herramientas que sean atractivas para ellos. Nuestro objetivo es que acaben siendo parte del mundo laboral y es ahí donde los instructores nos tenemos que implicar, más si cabe teniendo en cuenta los índices de paro juvenil que existen».
El primer día del congreso impulsado por la Malvesía finalizó con una visita a la Cooperativa Agrícola San Bernardo de Carlet.
