La historia se repite. Un camión de gran tonelaje que supuestamente seguía las indicaciones del GPS abandonó el miércoles a mediodía la CV-510, la carretera que une Alzira y Corbera, pese a las señales de advertencia instaladas por el ayuntamiento tanto en la entrada del Camino de la Perrera por el hospital como en la rotonda que hay en el otro extremo para evitar este tipo de errores, y se introdujo por la red de caminos rurales hasta que llegó al cruce del cementerio y, según algunos testigos, pudo realizar con apuros el giro para volver a buscar la carretera a Corbera.

El vehículo, al parecer, habría llegado a este punto por el Camino de la Murta, con la dificultad que implica el paso por el badén del barranco. Cabe señalar que se trata de una situación que se repite de forma cíclica con vehículos de gran tonelaje que, al llegar a la rotonda del Hospital de la Ribera, abandonan la carretera de Corbera siguiendo las indicaciones del GPS para buscar el denominado Camí Vell de Corbera, un camino rural que soporta una gran cantidad de tráfico pese a su estrechez.

Los conductores suelen intentar retomar la ruta cuando llegan al cruce con el camino del cementerio -el propietario del campo ubicado en la confluencia de ambos ha visto de forma repetida como le tumbaban el muro perimetral al realizar la maniobra-, aunque también ha habido vehículos que han seguido incluso hasta las pronunciadas rampas de l'Eixavegó, donde los bomberos tuvieron que ayudar a un camionero a dar la vuelta mientras la inclinación del vehículo provocaba que vertiera combustible en la calzada. En el caso del miércoles, el conductor se dio cuenta antes y pudo realizar el giro en el cementerio municipal.