Un aviso por un incendio en un cuarto de aperos de Guadassuar en la madrugada del domingo destapó una plantación de marihuana que estaba oculta en varios contenedores marítimos interconectados y adaptados para el cultivo. Además de contar con todo lo necesario para favorecer el crecimiento de las plantas, como aparatos de aire acondicionado, ventiladores, focos de luz y sistema de riego, la plantación contaba con un enganche ilegal a la luz.

Agentes de la Guardia Civil de Carlet, en colaboración con la Policía Local de Guadassuar, intervinieron un total de 230 plantas de marihuana y detuvieron al presunto autor de un delito contra la salud pública, un hombre de 66 años y nacionalidad española. Asimismo se le imputa también un delito de fraude de fluido eléctrico por el enchanche ilegal.

Los hechos ocurrieron en torno a las cinco de la madrugada del pasado domingo cuando la Guardia Civil y la Policía Local de Guadassuar recibieron un aviso de unos vecinos por un incendio en una zona rural, concretamente en un cuarto de aperos. Hasta el lugar acudieron agentes de la Policía Local y de la Guardia Civil, quienes se percataron que había varios contenedores - de los usados en el puerto- interconectados con cableado por el suelo.

Ruidos y olores

De igual modo, los agentes del Instituto Armado comprobaron que se escuchaba ruido de maquinaria en el interior y notaron un fuerte olor a marihuana.

Tras localizar al responsable de los citados contenedores éste accedió voluntariamente a abrirlos, descubriéndose así que en el interior había una plantación de marihuana distribuida en tres zonas. En uno de los cubículos los agentes encontraron dos cisternas de 200 litros cada una, con sus respectivas bombas de agua, para dotar de riego a la plantación ilegal.

En una zona de secado se encontraron ocho kilos de cogollos y en otro cubículo, de 30 metros cuadrados, los agentes intervinieron un total de 230 plantas. También se hallaron dos básculas utilizadas para el pesaje de la droga.