La Policía Local de l'Alcúdia y efectivos del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil han intervenido media tonelada de caracoles en bolsas preparadas para su venta fraudulenta. Las investigaciones empezaron gracias a una información vecinal. Los agentes lograron vencer la resistencia del propietario de una planta baja para acceder al interior del local, que no disponía de ningún permiso sanitario ni de la preceptiva licencia de actividad.

Integrantes de la policía municipal alcudiana fueron advertidos, a través de la denuncia vecinal, de una presunta actividad ilegal de almacenamiento y venta de caracoles en un bajo de la calle Pablo Iglesias. Tras las oportunas verificaciones, el cuerpo policial puso en conocimiento del Servicio de Protección del Seprona la posible actividad fraudulenta, y ayer se llevó a cabo una actuación conjunta de la Policía Local de l'Alcúdia y la Guardia Civil en esa planta baja, donde se confirmaron todas las sospechas.

Resistencia a abrir la puerta

La persona implicada, un vecino de l'Alcúdia de 49 años, se resistió en un primer momento a abrir la puerta del local a las fuerzas de seguridad, pero al insistir los agentes el individuo accedió a franquear el acceso y no opuso resistencia alguna a la confiscación de los moluscos. Los cuerpos de seguridad han anunciado que continuarán haciéndose las investigaciones oportunas para conocer cuál es el origen de los caracoles y dónde estaba destinada su venta.

De momento, se abrirán dos expedientes al responsable, por sendas infracciones administrativas: una por parte del Seprona, por la tenencia de los moluscos sin ningún tipo de registro de la Conselleria de Sanidad y otra por parte de la Policía Local, por carecer el local de la correspondiente licencia municipal de actividades.