La Falla Creu-Julià Ribera protagonizó ayer un gesto que merece ser destacado. Cuando ni siquiera había tenido oportunidad de plantar el monumento de este año, que deberá almacenarse hasta que las autoridades puedan autorizar una fecha alternativa para celebrar las fiestas, decidió reunirse con el artista fallero, Juane Cortell, para firmar el contrato para la realización del monumento del próximo año en un claro intento de dar confianza a un colectivo que sufrirá como pocos el aplazamiento de la programación fallera. No son pocos los artistas que han anunciado medidas drásticas de reducción de plantilla al tener que hacer frente al retraso en el pago de los monumentos de 2020 y a la imposibilidad de almacenar más fallas en sus talleres, lo que compromete mucho su trabajo. Cualquier opción que demore en exceso el encargo de las fallas de 2021 les puede dejar en una situación muy comprometida. Por eso, Creu-Julià Ribera ha aliviado mucho la preocupación de su artista fallero.