Cullera ha cerrado sus playas como medida preventiva ante el avance de la pandemia del coronavirus. La bandera roja ondea desde ayer para alertar a los ciudadanos de la prohibición del baño. Además, se ha acordado el cierre de parques y jardines, la biblioteca, la piscina municipal, instalaciones deportivas, los museos y la oficina Tourist Info. El ayuntamiento ha aconsejado a la población que, en la medida de lo posible, se quede en casa.

El cierre de las playas se ha decretado un día después de difundirse, a través de Levante-EMV, las quejas de trabajadores sanitarios y representanes del sector inmobiliario ante la importante llegada de madrileños que burlaban las recomendaciones de evitar los desplazamientos para viajar hasta la costa mediterránea. Decenas de ellos incluso han solicitado la tarjeta sanitaria.

A este respecto, el alcalde, Jordi Mayor, remarcó ayer que hay que pedirle «a todo el mundo» que «no salga de casa» y precisó : «Ni los de Madrid tienen que venir a Cullera ni los de Cullera tenemos que ir a Madrid». En este contexto apeló a la responsabilidad de los ciudadanos: «Tenemos que evitar los viajes. O nos tomamos esto en serio o la pandemia se puede agravar», señaló en declaraciones a la agencia Efe.

«No es el momento»

El caracter acogedor de los cullerenses resulta infinito aunque la amenaza del coronavirus obliga a tomar precauciones. «Estamos contentos de que la gente venga, no solo de Madrid, sino de Valladolid, Barcelona y otros sitios», pero «entendemos que ahora no es momento de viajar ni de que la gente de Cullera se vaya a otros sitios», agregó el alcalde.

Oferta muy restringida

La decisión de cerrar las playas fue planteada por parte del alcalde y la concejala de Promoción Económica, Débora Marí, a los representantes del sector turístico (comerciantes, inmobiliarias, alojamientos y hostelería) en una reunión que tuvo lugar en la mañana de ayer, en la que acordó la suspensión de los servicios que se habían establecido para la semana fallera. El cierre de bares y restaurantes anunciado por el Gobierno español, efectivo desde medianoche, añade mayores restricciones a quienes pensaban acercarse a las playas de Cullera.