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La Ribera lidera la literatura fallera desde los tiempos de Bernat i Baldoví

El ilustre suecano inició la publicación de los «llibrets» a mediados del siglo XIX Los premios de la Generalitat dieron un impulso a estas obras al establecer premios económicos

La Malva cuenta en su haber con 9 premios autonómicos y 24 locales por sus «llibrets». vicent m. pastor

Dos de los coordinadores del «llibret» de Plaça Malva, Miguel Ángel Martínez y José Manuel Rubio, repasan para Levante-EMV algunos de los aspectos más importantes estas producciones culturales falleras. «Al principio el 'libret' era de muy pocas hojas. Explicaba los versos de la falla, tenía el programa de actos y poca cosa más. Cuando Bernat i Baldoví realiza «La creu del matromoni» para la falla Plaça de l'Almodí en València sólo incluye los versos. En sus inicios también se realizaba lo que se conoce como 'literatura de cordell'; se colgaban las hojas de los versos en una cuerda. Con el paso del tiempo se le fue poniendo azúcar al tema», explica Martínez.

El suecano es todo un referente y el promotor de los «llibrets» falleros. También se le considera el iniciador del teatro popular valneciano. Podría considerarse un adelantado a su tiempo. Sus obras y su estilo no desentonarían en la actualidad, ya que reflejaba el problema económico del campo valenciano durante la primera mitad del siglo XIX. Todo ello con un tono irónico y con un gran escepticismo hacia las instituciones de la época.

No obstante, hay que entrar en las últimas décadas del siglo pasado para entender su evolución hasta convertirse en lo que son hoy en día, trabajos que reúnen formatos periodísticos, como las entrevistas o los reportajes, o literarios, como poesía o relatos narrativos. «Uno de los puntos más importantes en la historia más reciente es la creación de los premios por parte de la Generalitat en 1993. A partir de ahí hay es cuando empieza a haber una gran evolución. Todos los pueblos empiezan a participar ya que, además, hay un incentivo económico», sostiene Rubio. «En nuestro primer año ganamos el sexto premio. Desde entonces nos dimos cuenta de lo que teníamos que hacer y al año siguiente ganamos el primero», añade Martínez.

A ese triunfo se han sumado otros ocho y numerosos podios. De hecho, sólo una vez han estado fuera de las diez primeras plazas. No obstante, no todas las fallas de la comarca siguieron sus pasos y no se observó un cambio de tendencia hasta la pasada década. «Durante muchos años hemos sido los únicos representantes de Alzira en la entrega de premios», recuerda Rubio. Eso ha cambiado, aunque se ha necesitado mucho tiempo y esfuerzo.

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