Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Un alcireño ajusta desde Holanda la precisión del sistema de GPS europeo

El ingeniero de telecomunicaciones José Vicente Perelló trabaja en la agencia espacial en la evolución del proyecto Galileo hacia la segunda generación «para que el usuario tenga una exactitud sin precedentes»

Reproducción a tamaño real del rover Rosalind Franklin de la misión a Marte de la ESA (ExoMars). levante-emv

El sistema de posicionamiento global diseñado y construido por la Unión Europea a través del proyecto Galileo debe empezar a trabajar con todo su potencial a lo largo de este año. Los expertos destacan que ofrecerá una mayor precisión que el resto de sistemas que operan actualmente en el mundo como el GPS americano -denominación que en el habla coloquial identifica los sistemas de navegación por satélite-, el GLONASS ruso o el BeiDou chino. Un ingeniero en telecomunicaciones alcireño trabaja en la cocina de la Agencia Espacial Europea (ESA) como responsable de maximizar la precisión y prestaciones que el sistema Galileo de segunda generación -la evolución del que actualmente está ya activo- proporciona al usuario.

«Estamos preparando la evolución del sistema Galileo para que el usuario tenga una precisión sin precedentes y muy mejorada respecto a los otros sistemas», resume José Vicente Perelló Gisbert, mientras destaca que Galileo proporciona a Europa independencia tecnológica bajo control civil, frente al resto de sistemas que se encuentran bajo control militar.

José Vicente Perelló se incorporó hace seis años al área de precisión del sistema Galileo, aunque su trayectoria en la Agencia Espacial Europea es bastante más amplia. Se trasladó a Noordwijk (Holanda) para realizar el proyecto de fin de carrera y, salvo algún breve paréntesis en que regresó a España, ha desarrollado su trayectoria profesional allí.

Empezó como becario en el proyecto hace 18 años trabajando en un receptor de espacio para el telecontrol de los satélites y, en una segunda etapa, participó en el proyecto Cryosat de observación de la tierra que realizaba un control del grosor de las capas de hielo tanto en los casquetes polares como en los glaciares de cordilleras montañosas. «Era un proyecto innovador y con muchas aplicaciones para aprender sobre la dinámica de las masas de hielo globales y los cambios que estaba sufriendo como consecuencia del cambio climático, estuve trabajando con algoritmos del instrumento para poder obtener las medidas», relata.

El sueño de trabajar con satélites

«Siempre me había gustado la ingeniería y todavía más los satélites, siempre soñé con trabajar con satélites y el espacio aunque lo veía algo lejano e inaccesible. Fue en la universidad, en el primer curso de Ingeniería de Telecomunicaciones, cuando vi en un anuncio que buscaban becarios para ir seis meses a la Agencia Espacial Europea y pensé que lo intentaría cuando estuviera en el último año de carrera. Así ocurrió. Cuando llegó el momento lo solicité y me lo dieron. Durante ese tiempo hice el proyecto de final de carrera y aprendí mucho del espacio. Conseguí volver y fui encadenando contratos hasta tener el puesto actual», relata.

En ese ínterin también trabajó un par de años en tecnologías de telecomando y telecontrol de satélites en el Centro de Desarrollo Concurrente (CDF) donde, «desde cero», apunta, se desarrollaban nuevas misiones, ya fueran misiones tripuladas a Marte o la Luna o científicas en Júpiter.

Tras esta etapa, y ante la necesidad de personal en un proyecto innovador como el Galileo, José Vicente Perelló empezó a trabajar en navegación. «Mi trabajo se centró en probar y mejorar el sistema mediante el uso de receptores en tierra. También supervisé actividades de I+D en el ámbito de los receptores de navegación», todo ello en la primera generación del proyecto.

«En cierto momento surgió la oportunidad irrepetible de formar parte de la evolución de Galileo y empecé a trabajar como responsable del área de precisión a nivel de sistema», explica. Es el responsable de maximizar la precisión.

«Trabajo a nivel de sistema y optimizo todos los elementos por separado para que, al combinarlos, se tenga una precisión lo más alta posible. Trabajo junto a responsables de áreas diferentes como segmento de espacios (satélites), relojes de a bordo, elementos en tierra, diseño de nuevas señales o mejora de las actuales, entidades que estudian las necesidades de usuarios.... Mi aportación técnica es diseñar parte del sistema y proporcionar las especificaciones para evolucionar el sistema Galileo hacia la segunda generación. Esto lo hago junto a un equipo interdisciplinar del que soy una pieza más como en una banda de música o un puzzle», expone Perelló.

Compartir el artículo

stats