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La Muixeranga va a la escuela

Los colegios públicos de Alginet aplican un plan pionero que enseña a los niños la técnica de las torres humanas La iniciativa, que ya imitan otros centros, introduce al alumno en el folclore autóctono

Ejercicios prácticos en una escuela de Alginet. levante-emv

Se trata de un proyecto que nace de la mano de Mabel Roig, presidenta del colectivo muixeranguer de Alginet. «Fue algo muy casual. Lo pusimos en marcha en el colegio Pepita Greus hace cuatro como una actividad extraescolar más para los niños y gustó mucho. Así que, para el curso siguiente, el ayuntamiento nos pidió que llevásemos ese mismo proyecto a las otras dos escuelas públicas, Emili Lluna y Blasco Ibáñez, y desde entonces lo apoya económicamente. De modo que los tres centros enseñan a los niños que quieren todo lo relacionado con la muixeranga», expone Roig.

El taller va mucho más allá del aprendizaje sobre las torres humanas. «Está pensado también para fomentar la lectura en valenciano, la música y los bailes. En definitiva, buscamos que los niños conozcan sus raíces, su lengua y su cultura de una manera diferentes. Hay que tener en cuenta que, al tener jornada intensiva, los niños están de 9 a 2 en horario lectivo, es decir, llevan ya muchas horas de clase. Así que intentamos que los tres días a la semana en los que se realiza 'Muixeranga a l'escola' sean jornadas muy lúdicas y divertidas», sostiene Roig, que añade a continuación: «Para ello hemos contado con Dani Miquel o Enric Lluch, que han amenizado algunas de las sesiones. También hemos hecho visitas a la Casa de la Cultura o la biblioteca. Además, contamos con la colaboración del Museu d'Etnologia».

Gracias a estas clases particulares, «los niños ya saben cuántas 'collas' hay en la Comunitat, cómo van vestidas y en qué fiestas participan». Pero, claro, no todo son conocimientos teóricos. «Uno de los objetivos es que todos los niños participen en la muixeranga, que pierdan el miedo y se suban encima de sus compañeros. Para los más temerosos, hemos hecho también sesiones en la piscina. Al hacerlo en el agua, no tienen miedo a caerse», asegura Roig.

Aunque la muixeranga es una tradición autóctona, la presidenta de la «colla» alginetense defiende que en ella «tiene cabida todo el mundo, independientemente de su origen». Asimismo, lamenta las confusiones que se generan sobre la histórica tradición: «Es muy triste que haya gente que piense que somos castellers y digan que esto es cosa de catalanes. Eso no es cierto. La muixeranga es valenciana y por ello queremos fomentar este conocimiento desde pequeños. De ese modo, los niños conocen, quieren y defienden nuestras raíces y serán capaces de transmitirlas a las nuevas generaciones».

También se fomentan otras habilidades: «Con los niños trabajamos el equilibrio, la coordinación y la elasticidad, que son condiciones físicas indispensables para todo muixeranguer. Pero también realizamos ejercicios de meditación para mejorar la concentración. Aunque lo más importante de todo es que realizamos muy buenos grupos, cohesionados y cooperativos, en el que los mayores ayudan a los más pequeños», defiende Roig. Asimismo, explica que también tiene un componente familiar: «Lo mejor de las muixerangas es que los padres pueden participar con sus hijos, ellos hacen piña debajo y los pequeños suben arriba. No es como el fútbol u otro deporte, en el que los padres se limitan a ver a sus hijos. Es algo muy bonito».

Y, claro, la «colla» de Alginet también obtiene sus beneficios ya que este proyecto le abastece de una cantera con un potencial a la altura de muy pocas. Por ese motivo, Roig concluye que su expansión sería un factor más que interesante para los colectivos de la comarca: «Algunas muixerangas nos han preguntado y creo que sería muy importante que se hicieran cosas así en todos los centros de todos los pueblos porque es una experiencia muy enriquecedora».

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