La gestora formada en la última asamblea de la Copal tras la dimisión en bloque del Consejo Rector estará al mando de la cooperativa de Algemesí más tiempo del esperado. Dado el escenario extraordinario en el que está sumergido el país, las elecciones previstas para el día 4 de abril no podrán celebrarse y se deberá escoger una nueva fecha.

Estaba previsto que el pasado viernes se confirmasen las candidaturas y se convocasen las elecciones para conformar la nueva junta. Lo primero se pudo hacer y serán dieciocho las personas que opten a las doce plazas del consejo de la Copal. Lo segundo, no. El Estado de Alarma decretado por el gobierno no deja margen de maniobra y ni siquiera se ha realizado la convocatoria de las elecciones.

Por tanto, lo que debía ser un periodo de transición para el grupo de voluntarios que se presentó en la asamblea del 20 de febrero para formar una gestora, será algo más. «En principio debíamos encargarnos de tomar algunas decisiones diarias y realizar las pocas liquidaciones que quedaban, nadie se imaginaba este escenario en el que nos encontramos», explicaron a Levante-EMV fuentes de la gestora, que prosiguieron: «Pese a ello, somos un grupo de gente motivada con ganas de trabajar incluso en esta situación y haremos todo lo que esté en nuestras manos para que el funcionamiento de la Copal no se detenga».

Con todo, reconocieron que su margen de maniobra es relativamente estrecho: «Nos encantaría poner en marcha las modificaciones necesarias para mejorar la situación de la cooperativa, pero somos conscientes de que las grandes decisiones le corresponden a una junta elegida por los socios. Lo que podemos garantizar es que tanto esta junta provisional como el conjunto de trabajadores velarán para que en los mercados no falten alimentos».

De ese modo, una vez se dé por concluido el Estado de Alarma, se convocará una nueva asamblea para decidir una fecha, «la más pronta posible», para realizar el proceso electoral que elegirá a la nueva junta de la Copal.