La vicepresidenta del Consell y consellera de Políticas Inclusivas, Mónica Oltra, confirmó ayer que se ha incrementado el control preventivo de la residencia de Carlet, el centro público de atención a mayores más grande de la Comunitat Valenciana, tras los síntomas detectados en una trabajadora de limpieza. Aunque la consellera de Sanitat, Ana Barceló, aseguró ayer que finalmente dio negativo en las pruebas de coronavirus, Oltra explicó que la empleada fue confinada tan pronto como registró los primeros síntomas, junto al resto de personas que habían entrado en contacto con ella. «Tras las primeras sospechas, se tomaron medidas de desinfección y limpieza en la residencia», que según Oltra se ha «esponjado» para mantener la distancia de seguridad entre los residentes y tener al mayor número de gente posible en habitaciones individuales.

La Conselleria de Sanitat, Ana Barceló, anunció ayer que junto a las dos residencias de Torrent y Alcoi que se han convertido en importantes focos del coronavirus, desde mediados de semana se encuentran bajo la dirección sanitaria otras seis residencias que están «bajo supervisión», aunque no intervenidas. Concretamente serían cuatro más en Alcoi, una en la provincia de Castelló y otra en València. Según Barceló, estas se encuentran «bajo vigilancia y seguimiento», aunque no se ofrecieron más detalles sobre si se habían detectado o no brotes de la enfermedad en alguna de ellas.

Por su parte, la vicepresidenta Oltra, admitió que existe una «situación generalizada de escasez de material» de protección en los centros sociosanitarios y residencias, aunque recalcó que no se trata de una problemática particular de la Comunitat, sino que afecta al conjunto de la red sociosanitaria y a todas las comunidades autónomas de manera extensiva, a la espera de que puedan desplegarse medidas coordinadas que permitan paliar la situación.

La vicepresidenta aseguró que la Conselleria de Políticas Inclusivas garantiza el suministro de gel hidroalcohólico a los trabajadores, aunque reconoció la falta de mascarillas y otro tipo de elementos, «como ocurre en todos los centros».En ese sentido, la Generalitat se ha puesto en contacto con varias industrias para garantizar el material de protección que hace falta. El Ivace, junto al Instituto textil Aitex, está haciendo pruebas para validar tejidos adecuados para fabricar los elementos necesarios, una de las vías en las que se espera «tener pronto resultados» porque sin esta homologación de seguridad «no se puede fabricar puesto que todos los tejidos y materiales no valen», matizó.

Diversas fuentes aseguran que una trabajadora sustituta que desde el pasado mes de diciembre, realiza tareas de limpieza y desinfección en el mayor centro de mayores de la Comunitat Valenciana recibió ayer el positivo por coronavirus en jueves, aunque los trabajadores ya observaron comportamientos que presagiaban el caso de contagio. Según relataron las mismas fuentes, un equipo profesional realizó tareas de desinfección en zonas comunes, como es el caso de los vestuarios, pero también en la quinta planta, que es donde la empleada estuvo realizando tareas de limpieza en su último turno. Asimismo, las autoridades sanitarias enviaron a su hogar a las personas que han estado en contacto con ella recientemente, tanto la que le lleva en coche a la residencia como aquellos que han formado parte de su mismo grupo de trabajo. Ella también se encuentra aislada.

Los trabajadores de la residencia de Carlet tienen la sensación de que no se ha actuado con la precaución que la situación requería. «El Gobierno nos dice que estemos confinados en casa, sin salir siempre que no sea necesario, pero aquí, que tenemos a personas que forman parte de un grupo vulnerable, no se han establecido medidas especiales», denunciaron las mismas fuentes, que añadieron: «Hasta hace muy poco, el personal y los residentes que tienen movilidad han circulado tranquilamente por la residencia, como si no existiera una situación excepcional. Los auxiliares han estado sin mascarillas, se juntaban en el comedor para almorzar como si nada. Cualquiera ha entrado y salido con total libertad, de hecho, hasta el martes seguía viniendo el autobús a la puerta. Además, los administrativos han trabajado hasta esta misma semana codo con codo, siete personas que no mantenían las distancias recomendadas entre ellas».

Por último, las mismas fuentes lamentaron que las residencias para personas mayores, en general, «hayan estado trabajando sin medidas de protección, porque no las tienen» pese a que el colectivo se considera una de los que más peligro corre en caso de contagiarse. «Es una posibilidad que puede darse única y exclusivamente por culpa de los que venimos de fuera, seamos trabajadores o familiares, porque ellos viven en la residencia y no correrían ese riesgo de ninguna otra forma», concluyeron.