El derribo de las antiguas instalaciones de la Copal de Algemesí ha comenzado finalmente, lo que permitirá eliminar un foco de insalubridad y evitar los riesgos derivados de los problemas estructurales que presenta el antiguo almacén, que había sufrido algunos desprendimientos. El ayuntamiento requirió a los actuales propietarios para que garantizaran la seguridad y, finalmente, esta semana ha comenzado la demolición.

La Copal abandonó estas instalaciones en el año 2000 en una operación a tres bandas que implicaba al ayuntamiento, una promotora inmobiliaria y a la propia cooperativa agrícola. El consistorio cedía el terreno a la entidad para construir sus nuevas instalaciones y ésta entregaba el terreno para que una promotora construyera 2.000 viviendas, entre ellas pisos de Protección Oficial, y una residencia para personas mayores de forma gratuita. Incluso se realizó la tramitación urbanística necesaria para permitir el proyecto, pero todo cayó en saco roto con la crisis económica. Incluso el solar cambió de manos.