En circunstancias normales, diferentes comisiones falleras de Carcaixent y la propia Junta Local se encontrarían estos días inmersas en un proceso electoral o formalizando ya el traspaso de poderes. El presidente de la JLF, José Vicente Gascó, agotaba mandato sin intención de optar a la reeleción y lo mismo sucedía con los dirigentes de Jardí de l'Alegria, Plaça les Dies y Creu Julià Ribera. La suspensión de las Fallas de 2020 por la pandemia del coronavirus les arrastrará a seguir un año más. Unos, tienen previsto solicitar la confirmación de la asamblea para prorrogar el mandato. En el caso de la JLF, no se celebrarán las elecciones y, según explica Gascó, los propios presidentes le han animado a continuar. «En la situación en que nos encontramos no podemos dejar el barco, no sería de recibo, lo que me arrastra a seguir, pero es una decisión voluntaria», comentó José Vicente Gascó que augura que, muy probablemente, en Carcaixent, repetirán todos. Los mandatos suelen ser de dos años.

Salva Albelda, presidente de Jardí de l'Alegria, también agotaba mandato y seguirá en el cargo. «Se junta todo, no puedes celebrar una reunión para dimitir y que se presenten candidaturas pero, por otro lado, en la falla hay unos cargos que has buscado y con los que has creado un vínculo y ahora no les puedes abandonar», explicó. «No es obligado seguir, pero ahora tampoco es fácil que haya nadie que quiera entrar», apostilló.

Salvador Ferrer, por su parte, ya tenía en Les Dies casi un sustituto al que dar el relevo aunque, si la asamblea le confirma, seguirá un año más como presidente. «Es un tema de responsabilidad, pienso que no puedo dejar tirados a los cargos que me acompañaban ni tampoco a la comisión. Tampoco me gustaría dejar la falla así, sin haber quemado el monumento y sin cerrar el ejercicio explicando lo que hemos hecho», indicó.