La imagen parece sacada de un documental grabado en una recóndita región. Pero no es así. Pertenece a La Ribera. El músico y compositor Azael Tormo tuvo la suerte de grabar con su cámara una estampa que jamás pensaba que se encontraría en las aguas del río Albaida a su paso por Manuel: una juguetona nutria durante una expedición por los cauces fluviales de la comarca. Un momento insólito para la pequeña localidad.
Tormo salió a pasear con su familia en cuanto las primeras medidas de desescalada del confinamiento se lo permitieron. Por suerte, iba bien pertrechado para inmortalizar un hallazgo asombroso: «A mí me gusta fotografiar la naturaleza y siempre llevo mi cámara detrás», explica.
Durante la caminata, tanto a él como a su mujer les llamó la atención una extraña figura que asomaba de las aguas del río durante unos instantes. Las preguntas se apelotonaban en su cabeza. «Al principio no sabíamos si podía ser incluso un perro, estábamos a setenta u ochenta metros. Yo tenía el deseo de que fuera una nutria, porque sé que están en expansión. Pero pensaba que no me encontraría ninguna hasta dentro de diez años», argumenta.
Paciente espera
No perdió la esperanza y aguardó a que el animal saliese a la superficie nuevamente. «Al principio no podía confirmar qué era. Estuvimos un rato pendientes y no aparecía. Le dije a mi mujer que continuase con el paseo y que yo esperaría otro rato. No sabía si la volvería a ver o si, en el caso de mostrarse de nuevo, en qué lugar emergería. Por suerte, a los dos minutos la vi y la grabé», explica Tormo. El vídeo se ha extendido como la pólvora y ha pillado por sorpresa a una población que, hasta no hace mucho, temía por el estado de un río que mostraba síntomas de deterioro: «Cuando yo era niño era un desastre. Hemos visto bajar el agua de todos los colores posibles según la tonalidad que elaborase el textil... Y ha mejorado mucho desde entonces», recuerda.
La mayor calidad del entorno es una de las razones que explica la aparición de la nutria. La otra es la menor presencia humana debido al confinamiento. Al menos son las conjeturas que baraja la Fundación Limne, que estudia a estos mamíferos y su cada vez mayor proliferación en los cauces valencianos. A principios de año, se detectó su presencia en el Túria, muy cerca de València. Pero la pregunta es obligada: ¿Cómo ha llegado a Manuel?
Dos son las respuestas más razonables según Sales Tomás, ambientóloga y directora de la citada fundación: «Hay constancia de poblaciones de nutrias en varias zonas de la cuenca hidrográfica, aunque hasta el momento no se había detectado su presencia en Manuel. No podemos saber si ha llegado desde el Xúquer o de una zona más alta del río Albaida, donde ya reside; por ejemplo, se han detectado heces en Montaverner, Aielo o Bellús». Aunque esta segunda opción parecería la más probable, dada la cercanía, la otra tampoco sería descartable. Según explica Tomás, las nutrias pueden desplazarse a largas distancias, de hasta cien kilómetros. Por tanto, aunque decantarse por el Xúquer parece lo más obvio, no se sabe a ciencia cierta.
Búsqueda de asentamiento
En cualquiera de los casos, lo que resulta más evidente es que se trata de un movimiento estratégico. «Hablamos de animales muy territoriales. Los machos jóvenes se dedican a buscar nuevos hogares. Se trata de una especie en expansión, aunque hasta hace poco carecía de una gran distribución. A nivel estatal ha proliferado más que en el autonómico, pero por el momento todavía es pronto para concluir si va a residir de forma continua en el Albaida», apunta la experta de la Fundación Limne.
Dicha entidad, de hecho, estudia desde hace tiempo a este mamífero y, según explica Tomás, lo seguirá haciendo en zonas de la comarca. «Intentaremos realizar un seguimiento de estas poblaciones. Analizando sus heces podemos conocer su dieta y, por tanto qué alimentos priorizan. Eso permite saber qué zonas son, a priori, más atractivas para un posible asentamiento», sostiene.
