Esta crisis que nos ha tocado vivir es el momento idóneo para demostrar para qué sirve realmente nuestro Ayuntamiento.Las personas que hemos sido elegidas representantes de la ciudadanía estamos obligadas a ser la voz de la democracia para atender a las necesidades de las personas y lo debemos hacer con responsabilidad, honestidad y transparencia.

La crisis del coronavirus me ha hecho reflexionar y entender que, como miembro de la oposición al bipartido gobernante formado por Compromís y PSOE, debemos evitar que el equipo de Gobierno haga de su capa un sayo, incluso con mayoría absoluta, aunque la tendencia de este es intentar que no sirvamos para nada (interpretaciones arbitrarias del Reglamento, ninguneo varios, no aceptación de ninguna de las propuestas, informaciones a través de la prensa, etc.)

Piensas que la oposición está para recordar al alcalde que debe gobernar para toda la ciudadanía alzireña y no solamente para las personas que votaron a su partido o tal vez para subrayar que las cosas se pueden hacer de manera diferente. Tenemos la obligación de comunicar a la población de todo lo que se hace en nuestra ciudad, no solo lo bueno, que eso ya lo hará el equipo de gobierno, también de lo malo, que seguro no se acordarán de decirlo.

Normalmente y en el caso de Alzira es muy flagrante, el equipo de gobierno está rodeado de personas y medios de comunicación muy afines que desvalorizan las críticas que no les son favorables, que suelen provenir de sus contrincantes políticos. Los concejales de la oposición no compartimos ese "culto a la personalidad" y rápidamente somos acusados de deslealtad.

Cuando en estos días escucho la falta de lealtad, como recurso de discurso fácil y recurrido, me viene a la cabeza un artículo de Trinidad Jiménez (pero cambiando los partidos a los que ella dirigía su artículo) en el que indicaba que cada vez que el Gobierno, es decir Compromís-PSOE, acusa a la oposición, en este caso al Partido Popular de deslealtad, no solo rompe las reglas del juego político (en el que la discrepancia es legítima e imprescindible), sino que confunde la política del Gobierno con el interés de nuestra ciudad.

Parece increíble tener que recordar a este bipartito alzireño, que es perfectamente compatible criticar su manera de hacer política municipal y defender el interés general, el de nuestra ciudadanía. No es aceptable que Compromís y PSOE no admitan que sus decisiones ni siempre están al servicio de los ciudadanos ni siempre benefician a la mayoría.

El llamado Gobierno de la Vila de Alzira ha convertido la pluralidad en algo diabólico y a la oposición en desleal. Habría que recordar la frase de Mark Twain adaptada a nuestra realidad, "La lealtad al país (ciudad) siempre. La lealtad al gobierno cuando se lo merece". O también podrían recordar la frase que sus dirigentes autonómicos y nacionales han utilizado estos días con el énfasis del que se encuentra traicionado: Lealtad no es Sumisión.

¿Por qué de estas reflexiones y por qué en estos momentos?. Durante estos dos meses hemos presentado más de 30 propuestas al equipo de gobierno, para intentar aportar desde nuestro punto de vista soluciones a esta situación tan complicada y difícil. Estas propuestas se han ninguneado, se han ridiculizado y sobre todo, no se las ha tenido en cuenta, aunque simplemente hubiera sido por respeto a la oposición.

Con alguna de las personas que forman el equipo de gobierno de Alzira, nos encontramos ante uno de los principales defectos que un gobernante pueda tener: hablar, hablar, hablar€. En este caso aún es más grave porque gran parte del equipo de gobierno muestra cierta superioridad moral por dedicarse o haberse dedicado a la docencia. Para ser un buen dirigente y sobre todo un buen gobernante es más importante hacer caso al dicho de: "Habla menos, escucha más".

Una de las principales peticiones realizadas al equipo de gobierno, fue la convocatoria de un pleno extraordinario en el que tratar con exclusividad el COVID-19. En este pleno se podría haber debatido de manera exclusiva la situación provocada por esta crisis. Igualmente se pidió que se explicara la "hoja de ruta" utilizada para evaluar las necesidades económicas y sociales y los recursos disponibles (humanos y económicos), como base para tomar las decisiones necesarias. Seguimos esperando€

Una de nuestras principales críticas ha sido la escasa y lenta actuación que han tenido en la toma de decisiones tanto económicas como sociales. Como gobierno por supuesto que han de ser cautos y trabajar de manera eficaz, modificando las partidas presupuestarias para poder ofrecer a la ciudadanía las ayudas necesarias.

Hemos escuchado al alcalde decir que no tiene intención de competir con nadie para tomar decisiones, como por ejemplo para dar ayudas dignas a los autónomos o comercios o para adaptar la ordenanza actual de terrazas, habría que recordarle las decisiones de la mayoría de las ciudades de nuestro entorno, muchas de ellas gobernadas por sus compañeros de partido, dejan en ridículo las medidas tomadas en nuestra ciudad.

Indicaba que el bipartido gobernante en Alzira ha perdido una ocasión de oro para actuar como un gobierno inteligente y sobre todo, como un gobierno responsable. Se ha instalado en la postura negacionista automática ante todo lo que le propone la oposición. Ejemplo claro, no querer convocar un pleno extraordinario. Si no lo convoca en estos momentos, ¿cuándo lo va a convocar?

La política local es, sobre todo, capacidad de entendimiento, de negociación, de consenso y en determinados casos, de desacuerdos. Conceptos de difícil comprensión por parte de nuestro equipo de gobierno. Han perdido una ocasión inmejorable€