El Ayuntamiento de Carlet ha dado el primer empujón de un ambicioso plan de reactivación económica del municipio al aprobar una modificación de crédito de 356.000 euros para adaptar las cuentas públicas a la nueva realidad y aportar recursos de urgencia para ayudar a los principales afectados por la pandemia. De esta manera ha doblado el presupuesto del plan de ocupación municipal, una primera modificación que permitirá invertir en una primera fase 100.000 euros para crear ocupación y paliar el paro generado por las medidas del confinamiento.

La segunda medida ha sido incrementar el plan de fomento de empresas con 60.000 euros a los ya asignados, un plan que durante años ha ayudado los autónomos que abrían un nuevo negocio y que este año doblará su asignación para ayudar las pequeñas empresas a reflotar la situación de crisis vivida.

Además de estas dos primeras empujones a empresas y personas, el plan de reactivación económica se adapta a las nuevas circunstancias e incrementa con 50.000 euros el dinero destinado a obras de mantenimiento en los centros escolares de primaria e infantil, para realizar actuaciones en las cuantías que la ley permita adjudicar a empresas locales y que también redundará en la reactivación económica.

Otros 50.000 euros se han destinado a acciones relativas a la salud de la ciudadanía, como por ejemplo la compra y el reparto de mascarillas en toda la población, personalizadas por tallas según las personas empadronadas en cada domicilio, productos de desinfección específicos, así como guantes y mascarillas que se han facilitado y se facilitan en lugares como el Mercado municipal o en edificios públicos.

La alcaldesa, Maria Josep Ortega, ha anunciado que «este es el primer paso para un plan más ambicioso, que supondrá nuevos cambios en el presupuesto para incrementar las partidas destinadas a la ocupación, a las pequeñas empresas y a la sanidad». Ortega mantiene, no obstante, que «en esta situación hay que exigir un cambio en la legislación para permitir en los ayuntamientos que están saneados, como es el caso de Carlet, poder gastar más dinero de los que tienen ahorrados. Las leyes restrictivas de la hacienda pública tienen que flexibilizarse para hacer frente a esta situación entre todos.