El pasado domingo, en el transcurso del acto de la Ofrenda de flores y frutos a Nuestra Señora del Lluch que tuvo lugar en su Real Santuario guardándose todas las medidas de prevención y seguridad establecidas para paliar los efectos de la pandemia, se cantaron unos nuevos Gozos compuestos teniendo en cuenta las consecuencias provocadas por el coronavirus y la tradición de implorar la especial protección de la Virgen a Alzira en momentos de epidemias y pestes.

El texto de los Gozos, que tiene como referencia las bajadas de la Virgen a la villa en 1804, 1834 y 1890, cuando se celebraron actos en acción de gracias a la Moreneta por su protección ante la peste, es obra de la maestra y poeta María Fernández Villa (Veneros, León, 1938), afincada desde hace años en la capital de la Ribera y recoge las referencias históricas de esos hechos y, también, el texto de los populares Gojos, compuestos en el año 1900 por el padre escolapio Salvador Calvo, que son los que se cantan desde hace más de cien años, en que se señalan: "De la pesta i tempestat/ lliberteu als fills d'Alzira,/ i al que llunt d'ací sospira,/ no el deixeu abandonat./ Ja que ho heu acreditat,/ en més d'alguna ocasió./ Ampareu, Mare de Déu,/ als fills d'esta població".

El reducido coro que participó en la Eucaristía en el Santuario acompañado en el órgano por el sacerdote Ernesto Colomer Añó, capellán del Hogar Santa Teresa Jornet, entonó por primera vez los nuevos Gozos, en castellano, que siguen por lo que hace a la música la tonadilla de los tradicionales del siglo XVIII. Los nuevos enriquecen la literatura popular en torno a la imagen de la patrona de Alzira.