Un helicóptero sobrevoló ayer el cauce del Xúquer, de Tous a Cullera, para aplicar un tratamiento contra la mosca negra en los diez puntos autorizados por la Conselleria de Sanitat con la perspectiva de eliminar entre un 95 y un 98 % de las larvas presentes en el agua y por tanto evitar su transformación en moscas adultas, que son las que protagonizan las dolorosas mordeduras. Se trata del tercer tratamiento aéreo que el Consorcio de la Ribera realiza en los últimos años a través de Laboratorios Lokímica y, de forma progresiva, se han amplido los puntos de aplicación del larvicida. Valga como ejemplo que el año pasado se actuó en siete focos.
El consorcio había solicitado realizar esta aplicación de choque en dieciséis zonas en las que resulta muy complicado acceder por medios terrestres, aunque la conselleria sólo ha autorizado diez. «La valoración es positiva porque tenemos una cobertura global ya que hay puntos desde el embalse de Tous a la desembocadura en Cullera», comentó Rubén Bueno, director técnico de Lokímica, en el acto celebrado en el helipuerto Els Canos de Sueca antes del despegue.
El helicóptero sobrevuela el cauce a unos dos metros de altura y aplica un producto que, subrayó Bueno, «sólo afecta a las larvas de mosca negra, ni a otros insectos ni a animales ni a personas». Se trata de un tratamiento complentario al que se realiza de forma regular por tierra para mantener un control de la plaga y en el que, además de larvicidas, también se utilizan productos que atacan al insecto adulto.
El notable incremento de las temperaturas a principios de mayo había provocado una «rápida y abundante eclosión de larvas» de mosca negra en el cauce del Xúquer, según el informe elaborado por esta empresa para solicitar la autorización de Salud Pública, tras la denegación inicial de un tratamiento preventivo. El vuelo se ha adelantado ya que esta aplicación aérea se realizó el año pasado en julio. Con todo, Bueno destacó que gracias al trabajo planificado a lo largo del año «la situación está más o menos estable». Por otra parte, incidió en que aunque la efectividad del larvicida depende de diversos factores, la eficacia suele estar «en torno al 90, 95 o 98%, incluso hay puntos que el 100 %», y señaló que también se puede alcanzar estos niveles con los tratamientos terrestres, si bien la orografía o la presencia de cañas convierte algunas zonas del río en inaccesibles.
El presidente de la Mancomunitat de la Ribera Alta, Txema Peláez, comentó que durante el mes de junio también se van a redoblar los esfuerzos contra el mosquito tigre, con un tratamiento cada quince días en cada municipio. Pelaéz recordó, no obstante, que el mosquito tigre «es urbano» y apeló a la colaboración ciudadana para evitar focos de cría. El alcalde de Sueca, Dimas Vázquez, mostró el interés del ayuntamiento por ampliar los tratamientos tanto en el término como en el núcleo urbano de Sueca.
