La protectora alcireña de animales Lacua ha expresado su preocupación por la situación de la colonia felina asentada en la piscina municipal de Alzira. La asociación reprocha la "nula colaboración y predisposición del concejal responsable, Fernando Pascual, para buscar una solución satisfactoria para los gatos".

Lacua, actual gestora del Plan de Control de Colonias felinas de la ciudad, lamenta que el concejal de Servicios y Actividad Deportiva haya manifestado abiertamente la necesidad de trasladar los gatos cuanto antes ante la inminente apertura de la piscina la próxima semana "sin atender a ningún tipo de criterio veterinario profesional, sin escuchar la voz" de los voluntarios que luchan por la dignificación de las colonias felinas.

El grupo animalista defiende que el traslado de los gatos de una colonia a otra está totalmente desaconsejado, tanto por profesionales veterinarios como por etólogos felinos, así como por todos los planes de control de colonias que aplican el método CER. Su reubicación en otra zona "equivale a una condena a muerte casi segura", subrayan.

"Si tratamos de reubicar a un gato, lo primero que hará este al soltarle en la nueva zona será correr descontroladamente por miedo, con peligro de atropello y de provocar accidentes de tráfico", argumenta Lacua, que también recuerda que esos animales son territoriales. "Si no se dispone de un refugio acondicionado para el traslado de gatos donde se pueda realizar una transición adecuada (mantenerlos encerrados durante varios días), el gato intentará retornar, a través del olfato, a su colonia", aseguran.