El Ayuntamiento de Alzira y la Mancomunitat de la Ribera han alcanzado un acuerdo para acondicionar un tramo intermedio de 1,8 kilómetros que permitirá completar los algo más de 14 kms del trazado de la vía verde que aprovecha la plataforma del antiguo «trenet» Carcaixent-Denia. El coste se eleva a 823.000 euros, ya que contempla la construcción de una pasarela aérea para salvar la CV-50 tras superar el Pont de l'Estret.

La Mancomunitat se hará cargo del 50 % de la inversión mientras que el ayuntamiento asume la otra mitad en una intervención a cuatro años, si bien el concejal de Medio Ambiente, Pep Carreres, dejó entrever la voluntad de acortar los plazos a la mitad.

La prolongación del carril-bici, actualmente en construcción, entre el casco urbano de Alzira y el polígono de Amcor, en paralelo a la CV-50 permitirá conectar ese carril ciclopeatonal con la vía verde en un paso subterráneo a la altura del Barranc de l'Estret. La conselleria también asumirá la construcción de una rotonda «permeable» para ciclistas y peatones en el acceso al monasterio de la Barraca, un punto conflictivo por la confluencia de varias salidas y por la que cruzará la vía verde para seguir en dirección a la Valldigna, un tramo ya ejecutado.

«Pacificar el tráfico»

El proyecto contempla un estrechamiento de la carretera para «pacificar el tráfico» antes de llegar a una rotonda que dará prioridad a ciclistas y peatones como forma de garantizar la seguridad.

El Ministerio de Agricultura ya contempla una segunda fase para el proyecto que prevé acometer en dos anualidades -la previsión es arrancar este mismo año- y que ampliará la vía verde en dos direcciones: hasta la estación de Tavernes y, en el sentido opuesto, una conexión entre Carcaixent y la estación de Renfe de Alzira.

El proyecto dibuja un itinerario ciclopeatonal de más de 14 kilómetros por la Ribera, que alcanzará los 20 kilómetros con la prolongación a la playa de Tavernes.