Ni piscinas públicas, ni fiestas patronales, ni «Escola d'Estiu». Los ayuntamientos de la Ribera Baixa abogan por contener gastos para poder atender la crisis social que, auguran, seguirá a la sanitaria, y han decidido prescindir de servicios y celebraciones propias del verano en las que, además, no se pueden garantizar las distancias de seguridad.

Así consta en una declaración conjunta suscrita por los alcaldes de Albalat de la Ribera, Benicull, Corbera, El Perelló, Favara, Fortaleny, Llaurí, Polinyà, Riola y Sollana que analiza el proceso actual de desescalada tras el confinamiento impuesto por el coronavirus. Los munícipes destacan el esfuerzo realizado por la ciudadanía para controlar la pandemia y, si bien dicen ser conscientes de la mejoría experimentada, también señalan que el impacto del coronavirus en estas localidades ha sido «relativo».

El manifiesto emitido ayer señala que «hay que tener presente que probablemente después de la crisis sanitaria habrá que actuar ante otra crisis social y económica también muy importante» y que, pese a la escasez de recursos, los ayuntamientos deben estar en condiciones de aguantar «el primer impacto de esa segunda crisis y ser una garantía para la ciudadanía».

Los alcaldes firmantes indican que «es el momento de ser responsables, no acelerarse, ir paso a paso sin generar riesgos y optimizar los limitados recursos económicos y humanos. Los ayuntamientos estamos en una situación complicada porque hemos de asumir un papel que, aunque hacemos habitualmente, no nos corresponde y la delicada situación de rebrotes de la enfermedad nos obliga a ser aún más precavidos si cabe».

La declaración conjunta enumera entre las conclusiones que las piscinas municipales de estos municipios permanecerán cerradas por dos motivos. «El primero y principal es que la mayoría de los ayuntamientos no pueden garantizar con los recursos de que disponen las estrictas normas higiénico-sanitarias, las limitaciones de aforo o el distanciamiento de los usuarios, tanto dentro como fuera del agua». La segunda de las razones esgrimidas es que se trata de un servicio muy deficitario «y con las limitaciones actuales y el incremento de gastos pasaría a ser una carga muy importante».

Los firmantes también confirman el aplazamiento de todas las fiestas patronales para el año 2021 y la suspensión de «l'Escola d'Estiu» por la imposibilidad de cumplir todas y cada una de las medidas sanitarias de control, de emergencia y de seguridad que exigen las consellerias de Educación y Sanidad». Con todo, los alcaldes dejan la puerta abierta si la situación lo permite a organizar de forma puntual actos culturales o de ocio en solidaridad con estos sectores.