Les Muixerangues no se levantarán al cielo el próximo mes de septiembre en Algemesí. Su construcción con la suma de fuerzas, hombro con hombro, choca de frente con las medidas de distanciamiento social que impone la situación de emergencia sanitaria provocada por el coronavirus. También las concentraciones multitudinarias para presenciar una manifestación cultural que está declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco se convertirían en un factor de alto riesgo.
El Patronat de la Festa de la Mare de Déu de la Salut y el consejo asesor que aglutina a todos los bailes y colectivos que participan en estas celebraciones cada 7 y 8 de septiembre han decidido suspender las fiestas de 2020 «atendiendo a los criterios de cumplimiento de las normas sanitarias establecidas por la pandemia». La alcaldesa de Algemesí, Marta Trenzano, destacó que es la primera vez que se produce un acuerdo formal de suspensión de la Festa ya que, si bien en los años de la Guerra Civil no se celebraron procesiones, no hubo una resolución de los organizadores en este sentido y, de hecho, los estudiosos tienen constancia de que se mantuvieron algunos actos, incluso algunos bailes, en el interior de la basílica.
«Una decepción grandísima»
«A parte de la Guerra Civil, que es punto y aparte, la Festa no se había suspendido nunca por nada y tomamos esta decisión por obligación», comentó el presidente del Patronato, José Ricardo Esteve, que se mostró «disgustado y desilusionado». «Es una decepción grandísima para todos los algemesinenses que estamos todo el año esperando esta celebración», incidió.
El Patronato de la Festa confirmó ayer la suspensión en un breve comunicado en el que anuncia que la tradicional novena y la misa mayor se celebrarán «con un formato similar al de las retransmisiones de la fiesta del Corpus y de la Semana Santa» a través de internet. «El 7 y el 8 de septiembre y los actos previos se vivirán de otra manera y con la esperanza de hacer la Festa nada más sea posible», concluye el texto publicado en la web oficial. Esteve señaló que la suspensión de las procesiones no impedirá que la iglesia abra sus puertas para que los fieles puedan acercarse a visitar a la patrona, que presidirá el altar mayor, cumpliendo las limitaciones de aforo. El presidente del patronato dejó la puerta abierta si la emergencia sanitaria mejora a que, como sucedió en 2011 tras la declaración de la Festa como Patrimonio de la Humanidad, se pueda aprovechar el «novenario de les guitarretes» para celebrar el 8 de diciembre una procesión con todos los bailes.
La Festa de la Mare de Déu de la Salut es una tradición que se ha mantenido viva en Algemesí a lo largo de la historia. Una fiesta en la que cada año participan cerca de dos mil personas, que se vuelcan en las tres procesiones del 7 y 8 de septiembre en las que, a lo largo de quince horas, se exhiben toda una serie de representaciones y bailes. Les Muixerangues son las más representativas. «Garantizar la seguridad y el distanciamiento social es imposible», señaló Trenzano, quien destacó el «impacto emocional» que tiene para Algemesí la suspensión de la Festa -«cuando llega septiembre Algemesí se transforma», dijo-, además del económico por la gran cantidad de visitantes que recibe la ciudad esos días.
