La empresa que gestiona la piscina municipal de verano de Alberic se ha visto obligada a activar los protocolos de desinfección tras defecar ayer domingo un niño, de forma involuntaria, en el vaso acuático. El ayuntamiento decidió cerrar la instalación durante los días en los que se desarrollen los análisis con el objetivo de evitar cualquier tipo de infección.

La piscina se abrió el viernes al uso y durante el fin de semana registró la presencia de numerosas personas, sobre todo niños. Cuenta con un aforo limitado por el cumplimiento de las exigencias sanitarias que han marcado las autoridades superiores para combatir la pandemia del Coronavirus, además de turnos, que se dividen en matinal o vespertino.

Fue ayer domingo cuando un niño defecó en el vaso, activándose de inmediato el protocolo de limpieza y desinfección que se presupone durará varios días, por lo que la instalación permanecerá cerrada. Ahora, la empresa gestora trabaja en la configuración de exigentes medidas para asegurar que un incidente similar no vuelva a suceder, aunque se entiende que es un hecho fortuito que es complicado evitar en ocasiones, sobre todo tratándose de niños.