Las cuentas no le salen a la Junta Local Fallera de Alzira. La pandemia ha supuesto un varapalo económico para todos los sectores, fallas inclusive. Tanto es así que la entidad echa en falta unos 50.000 euros que el ayuntamiento todavía no ha abonado.

Los presupuestos iniciales de la JLF, establecidos antes de que la Covid-19 paralizase el país, contemplaban unos ingresos de 227.130 euros, tanto por subvenciones como por patrocinios. Asimismo, preveían unos gastos que alcanzarían los 225.057,41 euros. No obstante, la cancelación de las fiestas ha modificado todo este ejercicio financiero.

Según se desprende de la memoria de la JLF de Alzira, los ingresos obtenidos este curso ascienden a 141.081,26 euros, teniendo en el ayuntamiento como principal valedor económico. No obstante, el consistorio retiró de la subvención inicial, dado que no se han celebrado los actos principales, 30.000 euros. Con todo, todavía debe abonar 51.784,84.