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Alzira gasta 600.000 euros más en un mes para atender urgencias sociales

El ayuntamiento ya ha invertido 2,3 millones en iniciativas sanitarias y económicas para aliviar los efectos de la pandemia - El gobierno local lanza un plan para garantizar la alimentación infantil

El alcalde y la concejala Marina Mir, ayer en el ayuntamiento. v. m. pastor

Todo el mundo tiene asumido que la pandemia nos va a salir muy cara, pero el volumen de gasto amenaza con pulverizar todos los pronósticos. El Ayuntamiento de Alzira, que ya había invertido 1,7 millones hasta el 20 de mayo para atender las necesidades sanitarias y sociales más acuciantes, ha sumado otros 600.000 euros en apenas un mes tras duplicarse las ayudas asistenciales destinadas a las familias más vulnerables, añadir medidas de promoción económica e iniciativas que «eviten el riesgo de exclusión social», según detalló ayer el alcalde, Diego Gómez. La inversión, que ya alcanza los 2,3 millones, se mantendrá al alza en los próximos meses para garantizar la alimentación infantil de las familias con menos recursos e impulsar un plan de incentivos para que las empresas contraten desempleados.

«Que nadie se quede atrás»

El gobierno municipal se ha propuesto que «nadie se quede atrás» ante una situación que definió como «muy complicada». La primera autoridad municipal llegó ayer a describirla como «devastadora», aunque después suavizó el término para evitar el alarmismo tras reconocer que la ciudad había sumado 600 nuevos parados desde que se declaró el Estado de Alarma y recordar que más de un millar de trabajadores seguían sujetos a los expedientes temporales de empleo (ERTE). Aún así, mostró su confianza en que no va a alcanzarse la pérdida de contratos que se registró tras la crisis de 2008.

Otro termómetro que mide la devastación económica lo ofrece el número de comerciantes y autónomos que han solicitado las ayudas habilitadas por el ayuntamiento para impulsar la reapertura de establecimientos: se han tramitado 1.100 expedientes para el reparto de subvenciones. Ya se han pagado 600 y Gómez vaticinó que la semana próxima se habrán abonado hasta 850. En paralelo, se van a poner en circulación dos mil tarjetas prepago de cincuenta euros, veinte de los cuales estarán bonificados por el ayuntamiento, para promover las compras en el comercio local, mientras que la plataforma de venta online se pondrá en marcha tras el verano con 86 establecimientos que ya se han adherido.

El drama social descrito ayer por la regidora de Servicios Sociales, Marina Mir, pese a la crudeza de una realidad tan deprimente, también ofrecía destellos alentadores. El número de familias que necesitan apoyo es muy alto, por encima de las seiscientas, pero lo peor parece haberse dejado atrás. Mir relató que, durante las semanas más duras del confinamiento, el personal del ayuntamiento y los voluntarios se enfrentaron a situaciones muy comprometidas que multiplicaron las necesidades de atención psicológica, en especial en los entornos familiares que afrontaban enfermedades mentales, entre el colectivo, cada vez más numeroso, de personas mayores que viven solas, o en casos de pobreza extrema. El reparto de alimentos ha aliviado muchos apuros.

Ningún menor sin ayuda

Los niños van a convertirse ahora en objetivo prioritario del gobierno local. El equipo de Servicios Sociales va a emplear parte de las donaciones destinadas al fondo solidario Som Alzira en la puesta en marcha de tarjetas de compra de comida infantil que se distribuirán entre las familias más necesitadas. La medida permitirá garantizar la alimentación a más de seiscientos menores. La compras que se efectúen en los supermercados Consum estarán supervisadas para evitar fraudes. En caso de que se detecten productos no autorizados se anularán de inmediato los vales.

El golpe provocado por la pandemia ha aumentado el registro de Servicios Sociales, que ha abierto casi 370 nuevos expedientes en los últimos meses.

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