El Ayuntamiento de Alzira plantea la construcción de un «depósito de tormentas» capaz de retener las escorrentías que confluyen en tonro al Camí de Pescadors en caso de un episodio de fuertes lluvias, como los que han provocado las últimas inundaciones en el casco urbano, y la construcción de un muro de regulación y la canalización del último tramo del Barranc Fosc para reducir el agua que ahora vierte directamente a la red municipal de alcantarillado. Son actuaciones contempladas en un documento redactado por la empresa Aguas de Valencia, concesionaria del servicio de agua potable y alcantarillado en la ciudad, para evitar nuevas inundaciones, según informó ayer la concejalía de Servicios Urbanos.

El consistorio ha solicitado acogerse a las subvenciones convocadas por la Secretaría de Estado de Política Territorial y Función Pública frente a situaciones catastróficas para financiar ambas actuaciones. El coste de la construcción del «depósito de tormentas» se ha estimado en 1,6 millones de euros, mientras que la regulación del tramo final del Barranc Fosc se ha presupuestado en 97.000 euros.

El documento elaborado por Aguas de Valencia analiza la problemática de las inundaciones que periódicamente sufren las calles del entorno del parque de l'Alquenència, incluido el barrio de Les Basses, y propone medidas correctoras con su correspondiente valoración económica para mejorar el drenaje de un área en la que confluyen casi media docena de barrancos.