La asociación vecinal del barrio medieval de Cullera reclama atención para poner en valor las muchas potencialidades arquitectónicas, sociales, culturales y turísticas de la zona, encaramada en la falda de la montaña que domina el castillo musulmán. Sus reivindicaciones no solo tienen que ver con el embellecimiento y mejora urbana sino que también reclaman mayor control policial en la torre de Santa Ana, debido a la proliferación de botellones y fumaderos de cannabis que ahuyentan el turismo y ofrecen una imagen que perjudica al municipio. Por ejemplo, sugieren la habilitación de vías de escalada de iniciación (rocódromos) en los solares abandonados para fomentar actividades juveniles sanas y deportivas.
Esterilización de gatos
Igualmente, proponen controlar con vacunaciones y esterilizaciones las colonias de gatos existentes y construir un pipicán para evitar excrementos de perros en las subidas a la Torre de la Reina Mora y al castillo. En la calle Rápita proponen reducir la rampa para que los vecinos tengan más accesibilidad con carritos, sillas ruedas, etc.
En materia de seguridad, reivindican mayor control policial y de protección civil en festividades señaladas como fallas o fiestas patronales para impedir el vandalismo. En este contexto, también piden mas agentes por las tardes en el barrio porque se suelen reunir jóvenes para fumar cannabis. Los vecinos reprochan que la zona se ha convertido en un centro de venta de droga al menudeo.
Al mismo tiempo, se quejan de que el barrio se ha convertido en un lugar adecuado para que los okupas entren en las casas que se encuentran deshabitadas y que son ellos mismos quienes se han de encargar de evitar estas situaciones.