El Ayuntamiento de la Pobla Llarga ha destinado más de 27.000 euros en ayudas sociales desde que a mediados de marzo se decretó el estado de alarma por la expansión del coronavirus y hasta el pasado 21 de junio en que se levantó el confinamiento y se dio paso a la nueva normalidad, según el balance realizado por el área municipal de Servicios Sociales, que ha atendido a 52 familias.

Estos 27.363,11 euros consumidos en este período representan el 85,5 % de la cuantía distribuida en ayudas a lo largo de todo el año 2020, que asciende a 32.000 euros. De las 52 familias atendidas, 23 recurren al departamento de Servicios Sociales por primera vez.

El ayuntamiento ha destinado estos fondos para ayudar a la población más vulnerable y a aquellas familias que durante la emergencia sanitaria se han visto en una situación más complicada. El departamento de Servicios Sociales ha repartido ayudas para alimentación infantil, a familias en desempleo, en materia de vivienda, de pobreza energética, así como ayudas de carácter extraordinario.

Por otra parte, fuentes municipales destacaron que el ayuntamiento también ha prestado una atención especial a las personas mayores, las más vulnerables en esta crisis, con las que ha contactado telefónicamente para atender sus posibles necesidades, además de contratar a una nueva trabajadora de atención a domicilio con el objetivo de mejorar el servicio a este colectivo.

«Desde que comenzó la crisis, el ayuntamiento ha tenido como objetivo principal que ningún vecino que necesitara ayuda se quedara atrás y desde el departamento de Servicios Sociales se ha dado respuesta a todas estas necesidades», indicó la concejal de Servicios Sociales, Lorena Calatayud. La edil señaló que la crisis sanitaria ha llevado «al límite» a muchas familias y comentó que la administración más próxima, en este caso el ayuntamiento, «tiene la obligación de ayudar en todo lo que sea necesario».