Dos incendios en campos abandonados esta semana, uno de los cuales llegó a la zona forestal del Barranc de Cabot, y al menos cuatro en los que han tenido que intervenir los bomberos en el último mes y medio han encendido las alarmas en Rafelguaraf. «Casi todas las semanas desde que se levantó el confinamiento estamos teniendo alguno y siempre empiezan en un campo abandonado», alerta la alcaldesa, Rafaela Aliaga, que no duda en expresar su sospecha de que se trata de fuegos intencionados. Aliaga ha solicitado a las fuerzas de seguridad que refuercen la vigilancia ante el peligro que estos incendios representan para una municipio declarado de alto riesgo ya que un 36,5 % de la superficie de Rafelguaraf, 595 hectáreas de las 1.630 que conforman el término, es suelo forestal. «Por suerte, de momento, no ha pasado nada, pero estamos muy preocupados porque cuando llega el verano solemos tener muchos incendios», apostilla la alcaldesa.

El primer incendio de esta semana se detectó sobre las cinco de la madrugada del martes. «Tuvimos la gran suerte de que un vecino que se desplazaba a su campo porque le habían dado el agua para regar a esa hora vio las llamaradas y me llamó por teléfono», comenta la alcaldesa, que rápidamente trasladó el aviso al Centro de Emergencias. El fuego se propagó hasta la zona del Barranc de Cabot, un área forestal que ya sufrió un incendio en 2017, aunque pudo ser controlado por los servicios de emergencia. El miércoles por la mañana ardía otro campo abandonado en el término de Rafelguaraf. «Pensamos que son intencionados», incidió Aliaga, mientras enumeraba hasta cuatro focos que han obligado a intervenir a los bomberos desde finales del mes de mayo.

Plan de prevención, a punto

Por otra parte, el Ayuntamiento de Rafelguaraf ha elaborado a través de la empresa Medi XXI el Plan de Prevención de Incendios Forestales, un documento que exige la ley a aquellos municipios con suelo forestal de alto riesgo, como es el caso de esta localidad de la Ribera Alta.

El documento, tras realizar un diagnóstico para evaluar la dimensión de los riesgos, plantea actuaciones para minimizar el número de incendios y reducir los daños que puedan producir en caso de que se declare alguno. La fase de exposición pública del plan ha tropezado con la crisis sanitaria del coronavirus y, según detalló la alcaldesa, falta aprobarlo y remitirlo a la conselleria.