El Ayuntamiento de Càrcer reabrirá hoy sus puertas tras confirmarse que el empleado municipal que había entrado en contacto con un contagiado por coronavirus no está infectado, según constantan las pruebas médicas a las que ha sido sometido. Por fortuna todo ha quedado en un susto.

El gobierno municipal decidió en la tarde del pasado lunes cerrar al público el edificio consistorial tras conocerse que uno de sus funcionarios había estado en contacto con una persona que había dado positivo por coronavirus. La medida, por tanto, era meramente preventiva. Ni siquiera se sabía si el trabajador público había contraído la enfermedad, aunque las autoridades locales optaron por la opción más prudente: cerrar sus puertas y seguir trabajando por sus vecinos de manera telemática a la espera de la confirmación de los análisis. Al dar negativos, ahora todo vuelve a la normalidad.

Por la misma experiencia ha pasado el Ayuntamiento de Sueca, aunque en este caso sí que estaba acreditado el contagio de una trabajadora municipal, que quedó aislada en su domicilio. Las pruebas realizadas al resto de funcionarios han dado negativo y la casa consistorial ha reabierto.